Capitulo 4

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Al dia siguiente.

giyuu escucho unos toques en su puerta de la finca.

al abrir, miro a goyo.

goyo: hola pequeño giyuu.

Hola, Goyo", respondió Giyuu con calidez, sorprendido por la presencia del otro pilar. "¿Qué te trae por aquí tan temprano?"

Goyo entró con una expresión animada en su rostro, como si estuviera lleno de energía y emoción. "¡Solo quería confirmar nuestra mudanza hoy!", exclamó con entusiasmo, mirando a su alrededor como si estuviera evaluando la finca de Giyuu.

Giyuu asintió, comprendiendo la situación. "Por supuesto, adelante. Hay un espacio vacío que puedes usar", dijo, señalando hacia una habitación cercana.

goyo se dirigio a la habitacion y la examino.

vaya, nada mal. por cierto, no tendras una bañera o algo, me urge una ducha.

Giyuu asintió mientras Goyo examinaba la habitación. "Sí, hay un baño completo justo al final del pasillo. Deberías encontrar todo lo que necesitas allí", explicó, señalando en dirección al baño.

Goyo sonrió con agradecimiento. "Perfecto", dijo mientras se dirigía hacia el baño, con la promesa de una ducha revitalizante después de un largo viaje y una noche de descanso.

Al llegar al baño, Goyo se detuvo un momento para admirar la limpieza y el orden del espacio. "Definitivamente, Giyuu es un tipo ordenado", pensó para sí mismo con una sonrisa mientras se preparaba para darse una ducha.

Se quitó la ropa y dejó que el agua caliente cayera sobre su piel, relajando sus músculos y liberando la tensión acumulada. Cerró los ojos y se permitió disfrutar del momento, permitiendo que el agua lavara cualquier rastro de fatiga o preocupación.

Después de unos minutos que parecieron un verdadero lujo, Goyo salió de la ducha, sintiéndose renovado y listo para enfrentar el día que tenía por delante en la finca de Giyuu. Se envolvió en una toalla y salió del baño con una sensación de frescura y energía revitalizada.

Caminó hacia su habitación, donde había dejado sus cosas, y se vistió con el traje que había solicitado, uno que se asemejaba al que había llevado cuando llegó.

El nuevo traje, hecho a medida, se ajustaba perfectamente, permitiendo libertad de movimiento sin sacrificar la elegancia que Goyo apreciaba. "Mucho mejor que el uniforme estándar de cazador", pensó mientras ajustaba los últimos detalles. La tela era ligera pero resistente, ideal para cualquier situación que pudiera enfrentar como cazador de demonios.

Mientras se preparaba, Goyo recordó las miradas de desconcierto de los sastres cuando rechazó el uniforme tradicional de los cazadores. "No es que no aprecie su simbolismo", les había explicado, "pero necesito algo que se sienta más... yo". Los sastres, aunque inicialmente confundidos, habían aceptado su petición con profesionalismo, asegurando que le enviarían más cambios de ropa en los próximos días.

Una vez vestido, Goyo salió de su habitación y se dirigió a la cocina, donde Giyuu ya estaba preparando el desayuno. El aroma del té recién hecho y de la comida llenaba el aire, creando una atmósfera acogedora y hogareña.

"Buen día, Giyuu", saludó Goyo con jovialidad mientras se acercaba a la mesa. "Veo que estás en marcha temprano.

Gracias por la hospitalidad. Espero no estar siendo una molestia."

"No lo eres en absoluto", dijo Giyuu mientras servía el desayuno. "Es agradable tener compañía. Además, puede que aprenda algo de ti."

goyo: eso quiere decir que serias como mi alumno?.

Satoru Gojo En Kimetsu no YaibaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora