Satoru Gojo En Kimetsu no Yaiba

Capitulo 30

Al salir y girar la cabeza, miraron a Giyuu con ojeras.

Goyo levantó una ceja, claramente divertido por el estado de su amigo. "Giyuu, ¿qué te pasó? Pareces como si no hubieras dormido en semanas."

Giyuu, con una mezcla de cansancio y resignación, suspiró. "Las hermanas Kocho... no me dejaron dormir. Después de la broma, me hicieron hacer todas las tareas de la finca como castigo. Y luego, cuando pensé que podría descansar, decidieron que necesitaba aprender una lección más... a su manera."

Goyo soltó una risa. "Vaya, parece que te metiste en un buen lío. Deberías saber que no se juega con fuego, Giyuu."

Giyuu: Si pudiera te romperia los dientes, tu fuiste el que sugirio la broma, y no te veo castigado.

Nakime: Oh, no te preocupes, si que lo castigue severamente, dijo lamiendose lo labios.

Giyuu levantó una ceja, claramente sorprendido y un poco incómodo. "Bueno, supongo que recibiste tu merecido, entonces."

Goyo, con una sonrisa de suficiencia, respondió: "Oh, sí, fue un castigo... intenso. Pero, ¿sabes? Creo que sobreviví bastante bien."

Nakime solo sonrió de manera enigmática, disfrutando del pequeño intercambio. "Digamos que Goyo aprendió algunas lecciones valiosas."

Giyuu suspiró, sintiendo que, a pesar de todo, él había salido perdiendo en esta situación. "Bueno, al menos uno de nosotros se divirtió. Pero de verdad, la próxima vez que sugieras una broma, mejor no te hago caso.

Goyo rió suavemente, reconociendo la verdad en las palabras de Giyuu. "Sabia decisión, amigo. Aunque, debo admitir, fue bastante divertido verte en acción... hasta que, bueno, las cosas se salieron de control."

Nakime sonrió, apoyándose en el brazo de Goyo. "Creo que ambos aprendieron algo importante de esta experiencia. Y, aunque no lo parezca, a veces las bromas pueden tener consecuencias inesperadas."

Giyuu asintió, aunque todavía con una mezcla de cansancio y resignación en su expresión. "Lo tendré en cuenta. Pero la próxima vez, me aseguraré de estar más preparado... o de simplemente alejarme cuando empieces con tus ideas."

Goyo: Bueno, ya sabes lo que pasa al confiar en mi.

Giyuu: Si lo se.

Con eso se alejo, parecia estar irritado.

Se dirigio a la cocina y puso a calentar el agua, debia tomarse un cafe.

Y aunque no lo pareciera, estaba molesto. Aunque intentaba no dejar que sus emociones lo dominaran, la broma de Goyo había tocado una fibra sensible. Mientras esperaba que el agua hirviera, se quedó mirando la ventana de la cocina, su mente vagando en los eventos recientes.

El sonido del agua hirviendo lo sacó de sus pensamientos, y con un suspiro, preparó su café. Mientras lo hacía, trató de sacudirse la irritación. Sabía que Goyo no tenía malas intenciones, pero a veces, sus bromas y su comportamiento despreocupado podían ser exasperantes.

Giyuu se sentó en la mesa, sosteniendo su taza de café caliente, y trató de relajarse. La paz de la finca mariposa debería haber sido suficiente para calmarlo, pero aún sentía una tensión persistente en su pecho. Reflexionó sobre cómo había cambiado su vida desde que Goyo había llegado a su mundo, trayendo consigo un torbellino de caos, pero también de compañerismo y amistad.

Mientras sorbía su café, Giyuu se dio cuenta de que, aunque estaba molesto, no podía negar que la presencia de Goyo en su vida había sido significativa. A pesar de las bromas y las tensiones, había aprendido mucho de su amigo. Tal vez lo que realmente le molestaba no era la broma en sí, sino la forma en que sus propias emociones lo habían afectado más de lo que hubiera querido admitir.