Capitulo 13

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Se dirigio a la finca del viento.

Al llegar se escuchaban golpes de espadas de madera y el lugar temblaba un poco.

Al entrar miro a Iguro y Sanemi en una pelea amistosa.

Goyo, con su típica sonrisa arrogante, se apoyó en la pared y observó por un momento. "Vaya, parece que los chicos están entretenidos."

Sanemi, notando su presencia, se detuvo un momento y miró a Goyo. "¿Que haces aqui Goyo?, dijo claramente molesto.

Goyo: Sigues molesto porque deje vivir a un demonio, luego se te pasara.

Sanemi apretó los dientes y dio un paso hacia Goyo. "No se trata solo de dejar vivir a un demonio, Goyo. Rompiste las reglas y pusiste en peligro a todos nosotros."

Goyo se encogió de hombros, sin perder su sonrisa arrogante. Reglas, reglas. Si la regla te dice, solo podras comer esto, pero tienes ganas de tu platillo favorito, la seguirias?

Sanemi, claramente molesto, apretó los puños. "Esto no es un juego, Goyo. No estamos hablando de comida. Estamos hablando de vidas y de la seguridad de todos."

Iguro, apoyando a Sanemi, añadió: "Sanemi tiene razón. Las reglas existen por una razón. No puedes simplemente ignorarlas cuando te conviene."

Goyo, manteniendo su actitud despreocupada, replicó: "Entiendo lo que dicen, pero a veces las excepciones son necesarias. Tanjiro y Nezuko han demostrado ser diferentes. No se trata solo de romper reglas por capricho."

Sanemi, con el ceño fruncido, respondió: "Eso no cambia el hecho de que pusiste a todos en peligro. ¿Y si te equivocas? ¿Qué pasará entonces?"

Goyo, con una sonrisa confiada, respondió: "Estoy dispuesto a asumir la responsabilidad si algo sale mal. Pero confío en mi juicio. He visto lo suficiente para saber que Tanjiro y Nezuko merecen una oportunidad."

Sanemi: Esa actitud despreocupada es lo que me molesta de ti.

Goyo: Ah si? Y sabes que me molesta de ti? Tu actitud gruñona, dijo señalandolo con una sonrisa.

Sanemi, visiblemente enfadado, dio un paso hacia Goyo. "¿Cómo puedes tomarte todo tan a la ligera? Estamos hablando de vidas, de la seguridad de todos nosotros. Esto no es un juego."

Goyo, encogiéndose de hombros con indiferencia, replicó: "Precisamente porque estamos hablando de vidas es que hay que saber cuándo hacer una excepción. No se puede ser rígido todo el tiempo. A veces, la flexibilidad es la clave para sobrevivir."

Iguro, apoyando a Sanemi, intervino: "Goyo, entiendo tu punto, pero estamos hablando de demonios. No podemos permitirnos el lujo de cometer errores. Las reglas existen por una razón."

Goyo, aún con su tono arrogante, respondió: "Lo entiendo, Iguro. Pero también entiendo que cada situación es única. No puedes aplicar las mismas reglas a todo sin considerar las circunstancias. Tanjiro y Nezuko han demostrado ser diferentes, y estoy apostando a eso."

Sanemi, con una mezcla de furia y frustración, replicó: "Espero que sepas lo que estás haciendo. Porque si algo sale mal, será tu cabeza la que ruede."

Goyo, con una sonrisa desafiadora, respondió: "Tranquilo, Sanemi. Estoy más que preparado para asumir las consecuencias de mis acciones. Pero tengo la corazonada de que no será necesario."

Sanemi: Solo viniste a hablar de eso?

Goyo: No, Iguro, me harias el favor de ir a dar la vuelta, tengo, asuntos pendientes con el aqui presente, dijo molesto.

Iguro: Suerte Sanemi.

Cuando Iguro se fue Sanemi iba a decir algo pero Goyo lo tomo por la oreja y lo arrastro hasta la parte trasera de la finca.

Satoru Gojo En Kimetsu no YaibaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora