LISA
Se encontraba en su habitación pensando una y otra vez en lo que había pasado en la mañana. Jennie le había pedido su número, y claro que es la gran cosa, es Jennie. Pero hasta ahora no había recibido ningún mensaje de ella y eso la ponía ansiosa. ¿Y si anotó mal su número? No puede ser, lo revisó como tres veces antes de entregarle su celular, pensar en eso la ponía ansiosa. Solo esperaba recibir un mensaje de Jennie pronto.
Recordó también lo que Rosé le había contado sobre ella esa vez en la cafetería. Cuando la conoció no pareció ser para nada la persona cruel que alguna vez imaginó gracias a los chismes que su amiga le contó. Aunque, no negaba que Jennie siendo cortante y fría daba un poquito de miedo, seguramente tuvo sus motivos para actuar de esa forma. Quiso preguntarle cuándo se acercó a pedirle disculpas, pero prefirió quedarse callada, no quería que ella se sintiera de alguna manera incómoda por su pregunta.
Sacó su sketch de dibujo que estaba en su bolso y se dio cuenta de que tenía una nueva musa y era Jennie... Había dibujado su mirada que tanto le gustaba, también los ojos felinos característicos que tenía, no podía apartar la vista de su propia obra de arte, Jennie era su obra de arte.
Agarró su lápiz favorito y decidió dibujar su rostro completo, era fácil para ella porque lo tenía grabado en su mente y sabía que no podría librarse de su imagen tan rápido. Hizo algunos trazos más y cuando terminó se sintió orgullosa, tuvo el impulso de mostrárselo, pero tenía miedo de que Jennie pensara que era una acosadora o algo parecido. Así que, su única opción fue guardar sus dibujos para ella misma y así lo haría hasta que pudiera mostrarle lo talentosa que era.~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Lisa se encontraba en la universidad, era el último día de la semana y su profesor de música le había pedido de favor que dejara unas partituras en el salón de música porque más tarde tendría que echarle unos vistazos. Como Lisa ya conocía perfectamente dónde quedaba el salón de música, decidió ir sin preocupaciones.
Cuando iba llegando, escuchó una linda voz que provenía de ese salón y mientras se acercaba se inundaba de mucho interés. Se asomó por la pequeña ventana de la gran puerta y pudo ver a Jennie, estaba sentada tocando la guitarra, mirando hacia afuera por una de la ventana.
¿A Jennie le gustaba la música? No solo eso, sino que sabía tocar la guitarra y tenía una melodiosa y hermosa voz, tan suave y angelical que podía escucharla infinitamente. No quería interrumpir, es por eso que se quedó observando desde afuera y luego de unos minutos decidió entrar silenciosamente. Abrió la puerta con cuidado y cuando estaba caminando hacia el escritorio Jennie dejó de tocar porque se percató que alguien había entrado.-Lisa...¿qué haces aquí? -preguntó una avergonzada Jennie, ¿acaso Lisa la había escuchado?
-Hola Jennie...el profesor Choi me pidió que trajera estas partituras al salón de música. - Lisa notó que Jennie estaba nerviosa.
-¿Me escuchaste? - Jennie esperaba que Lisa le dijera que no, aún no se sentía lista para que ella la escuchara cantar.
-Eh... -Lisa no pudo responder la pregunta que Jennie le había hecho porque entró alguien más al salón.
-Jennie, ¿quién es tu amiga? -preguntó Kai. Había llegado a la universidad para ver a Jennie, no la encontró en su salón habitual y decidió buscarla. Él sabía que a Jennie le gustaba la música porque cuando eran novios de casualidad leyó uno de sus diarios y pudo darse cuenta por los escritos que había hecho. Esperaba que Jennie se lo dijera, pero seguramente era algo demasiado íntimo para ella, por eso no le sorprendió encontrarla en la facultad de música.
-Kai, quedamos en vernos afuera de la universidad. -Jennie esperaba pasar más tiempo con Lisa y se había frustrado por esa interrupción inoportuna.
-Sí, pero como ya se te hizo costumbre no respondiste mis mensajes y por eso decidí buscarte. -le dio una mirada poco amigable a Lisa. - ¿No me presentarás a tu amiga?
-Hola, soy Lisa y ya tengo que irme. - a Lisa no le gustaba la idea de dejar a Jennie con este chico, apenas lo conoció y no le agradaba. Estaba segura de que era el mismo chico con el que Jennie estaba hablando esa vez. ¿Era su novio?
-No, Lisa. Aún no terminé de hablar contigo. - Jennie pensaba decirle a Kai que la esperara afuera para terminar de hablar con ella.
-Podemos hablar en otro momento. Además, creo que tienes cosas que hacer. -le dio una última mirada a Jennie y notó que sus ojos expresaban tristeza. Se sintió apenada, pero no le gustaba estar cerca de aquel chico.
Se dio la vuelta y salió casi corriendo, dejó a Jennie con Kai y solo quería llegar a casa, no se sentía bien y quería que ese sentimiento la dejara libre. ¿Por qué le dolía el hecho de que Jennie tuviera novio? Si ella misma dijo que era obvio porque era demasiado linda e inteligente, pero ¿por qué está con él? No es para nada atractivo.
Lisa no quería sacar a flote lo que su corazón le estaba diciendo, ¿ella no podía o sí? No, era el mismo sentimiento de hace años y la causante de aquello le rompió el corazón, no podía y no quería volver a lo mismo, no otra vez.
Recordó cómo la chica que se robó su corazón en secundaria la dejó tan mal que no quería salir de su habitación, eran recuerdos que la atormentaron por mucho tiempo y se había prometido no volver a salir con nadie más después de eso, quería concentrarse en sus estudios y cumplir su sueño.
Sin darse cuenta se encontraba sentada bajo un árbol hecha una bolita y lágrimas caían por su rostro, no podía creer que volvía a llorar por eso, se suponía que ya estaba superado... Pero ¿realmente lloraba por recordar lo que pasó años atrás? Lisa creía que sí y aceptó que también lloraba por ver a Jennie con él, y se sintió inquieta porque saldrían juntos.Ya era hora de irse, se levantó y sacudió sus pantalones pues tenían un poco de pasto del suelo. Mientras regresaba a recoger sus cosas para irse a casa pasó por el baño, se lavó la cara y sacó uno de los paños que había en una caja al lado del lavamanos, se secó la cara a toquecitos y por el espejo pudo ver a Jennie entrando al baño. Se quedó inmóvil, y no quería hablar, no tenía ganas de hablar con ella. Apartó la mirada rápidamente y se dio la vuelta para salir del baño, pero Jennie ya la había visto e inmediatamente la agarró de la muñeca.
-Lisa, espera, no que ya....- no terminó la oración porque notó que la pequeña nariz de Lisa estaba roja y sus ojos estaban hinchados. -¿Estabas llorando? ¿Te pasó algo? ¿Alguien te hizo daño? - Jennie estaba realmente preocupada, de alguna manera el hecho de pensar que Lisa estaba llorando no le agradaba para nada. - Lisa, ¿por qué no hablas? - se estaba desesperando porque no recibía ninguna respuesta de Lisa.
-Estoy bien Jennie. -se soltó bruscamente del agarre. -Se me hace tarde. - Lisa salió del baño y vio a Kai parado afuera, estaba esperando a Jennie. Notó cómo él le dió la misma mirada de hace rato, solo lo ignoró y siguió su camino.
Kai se había dado cuenta de la tensión que hubo cuando él entró al salón de música y más aún cuando Jennie se molestó con él por interrumpirla. Era la primera vez que veía a Lisa y pudo notar que a Jennie le importaba demasiado, era algo que le molestaba.
Cuando llegó a casa, lo único que hizo Lisa fue tirarse en la cama y dormir un rato, de tanto llorar sus ojos se sentían cansados. Despertó dentro de un par de horas y revisó su celular, en la bandeja de entrada pudo ver que alguien le había mandado mensajes.
Era Jennie, dió un saltito y una sonrisa brotó de sus labios. Le había preguntado cómo estaba y que se había preocupado por ella, quería ignorarla pero no podía y le respondió diciéndo que ya se encontraba mejor y que no se preocupara más. También le mandó la dirección de su casa, ya que dentro de unos días sería su cumpleaños. Estaba emocionada porque Jennie conocería su casa y un poco más de ella.
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I'd go back to you - Jenlisa
FanfictionLisa había logrado ingresar a su universidad deseada, y estaba muy feliz por eso. Lo único que le importaba era estudiar y cumplir uno de sus más grandes sueños. Y nunca se hubiera imaginado que alguien más, aparte de Rosé llegaría a su vida. En ese...