XVIII

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                                           LISA

No tuvo que pensarlo demasiado para tomar la decisión de quedarse en casa de Jennie, no quería dejarla sola. Sus padres no se encontraban en casa, y Lisa estaba preocupada por ella. Quería saber porqué reaccionó de esa manera, no entendía y quería hacerlo.

-Lisa, ya guardé el auto de Jennie, ¿cómo está?

-Sigue dormida. -Lisa no dejaba de ver a Jennie dormir, se veía tan linda.

-Si quieres puedes irte, yo me quedaré con ella.

-No...yo me quedaré.

-¿Segura?

-Sí...solo quiero estar con ella.

-Está bien, Lisa. Si necesitas algo solo llama, mi casa no está tan lejos.

-Jisoo...ella estará bien, ¿verdad?

-Lo estará.

Lisa vio cómo Jisoo salió de la habitación quedándose solo con Jennie.
En su cabeza había un sin fin de preguntas y tenía miedo de que algo malo le hubiera pasado a Jennie. Recordó cuando Rosé le contó ese chisme sobre qué Jennie era adoptada, no le dio importancia cuando escuchó sobre eso, pero algo le decía que no debía descartar nada.
Se sentía un poco mal porque pensó que Jennie no le tenía la suficiente confianza para contarle sus cosas, pero por otro lado sabía que recién estaban empezando a salir y no podía obligarla a decirle algo que tal vez no estaba completamente segura de contarle.

En la esquina de la cama de Jennie, pudo ver un lindo conejito rosa, era tan tierno que por un momento le sacó una sonrisa.
Fijó su mirada otra vez en Jennie y esta vez se quedó sorprendida porque se dio cuenta de que ya había despertado y la estaba mirando con confusión.

-Lisa...¿qué haces aquí? ¿Qué pasó?

-Jen...te sentiste mal y te traje a tu casa.

-¿Qué haces aquí?

Lisa inmediatamente se sintió mal, no entendía porqué Jennie de repente la estaba atacando y se veía molesta.

-Solo creí conveniente quedarme a hacerte compañía...no pensé que te...

-Quiero estar sola, le diré a Jisoo que venga.

-Lo siento, Jennie...yo...no quería molestarte.

-Puedes irte, Lisa. Gracias por todo.

Lisa se paró bruscamente de la cama de Jennie y salió tan rápido de su habitación como si alguien estuviera tras ella. "Gracias por todo" no podía creer que Jennie le dijera eso y encima la echara de su casa. Estaba demasiado dolida, su corazón dolía.
No sabía que había hecho mal, tal vez fue mala idea quedarse a cuidarla, entonces ¿debió dejarla sola? No, por supuesto que no hubiera hecho eso y menos con la escena que había presenciado en la playa.

Cuando ya estaba afuera de la casa de Jennie, tomó un taxi de regreso a casa y cuando llegó, fue directo a su habitación. Solo quería dormir, era lo único que quería, ya que así podría dejar de pensar en Jennie.

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Fue mala idea dormir. Soñó con ella, en todos los 10 sueños que tuvo estaba ella...Jennie.
Se despertó demasiado temprano de lo que acostumbraba y estuvo dando vueltas en la cama por una media hora. Hacía mucho frío y le dio ganas de ir a una biblioteca, escoger un buen libro que la hiciera conocer un lindo mundo de fantasías y tomar un café mientras disfrutaba de los nuevos personajes, pero no podía porque tenía que ir a clases. No le disgustaba ir a clases, todo lo contrario, amaba ir a clases y aprender algo nuevo, pero justo ese día no le daba ganas ponerse de pie...también porque no quería ver a Jennie. Aún se sentía herida por cómo la trató en su casa y en su cabeza se repetía sin cesar lo que había dicho. Jennie fue tan tajante que nunca la había imaginado de esa forma.

Su reloj sonó, sacándola de sus pensamientos y sabía que era hora de levantarse y alistarse.
Cuando llegó a la universidad fue directamente a su salón, no quería ver a Jennie y que le dijera algo hiriente otra vez, sentía que no soportaría estar de nuevo en la misma situación.

Cómo ya era costumbre llegó la primera al salón y aún no había llegado el profesor, lo bueno era que podía entrar y esperar adentro.
Se sentó en el lugar de siempre y se puso los audífonos. Había tres cosas que le gustaba hacer cuando llegaba temprano a la universidad y tenía que esperar al profesor, la primera era escuchar música; segundo, leer un libro o repasar sus apuntes; y tercero, escuchar música y leer al mismo tiempo. Ese día optó por sólo escuchar música, sentía que había pasado un largo tiempo desde que no había escuchado a sus artistas favoritos.

Dejó que la música fluyera y se recostó sobre su carpeta mientras tarareaba "You & I" de 1D.
No escuchó que alguien había entrado y la estaba observando silenciosamente.

-Lisa...

Lisa se sobresaltó y se quitó inmediatamente sus audífonos. Siguió la voz de la persona que había interrumpido su hora musical y se dio con la sorpresa de que al lado de la puerta estaba la chica causante de su insomnio.

-Jennie...

-Lisa...necesito hablar contigo. -dijo Jennie mientras se acercaba más a Lisa y se sentaba en la carpeta de al lado.

Lisa tenía la mirada fija en ella, se preocupó porque se veía cansada, tenía ojeras y sus ojos estaban tristes. Era obvio que Jennie tampoco había podido dormir.

-Lisa, perdóname...Ayer...no debí tratarte de esa forma.

-Está bien, Jennie.

-¿Solo dirás eso?

-Acepto tus disculpas. -Lisa aun se sentía dolida por cómo la trató Jennie, y aunque le estaba pidiendo disculpas no podía evitar ser cortante con ella.

-Lisa...¿estás molesta?...Está bien que estés molesta después de cómo te traté, pero no quiero que estemos mal.

-Seguro que hice algo malo y por eso te molestaste.

-No, Lili. Tú no hiciste nada malo...es solo que...

-Jennie, no sé qué pasó ayer. Me preocupé demasiado por ti y solamente quería que estuvieras bien. No pensé que te molestaría verme haciéndote compañía.

-Lo sé, sé que te preocupaste por mí y no debí tratarte como lo hice...Soy una idiota.

Lisa se arrepintió de haber dicho eso cuando vio cómo Jennie se rascaba sus manos bruscamente. Inmediatamente se dio cuenta que estaba ansiosa y sus movimientos corporales lo confirmaban.

-Jen, no eres una idiota. Solo quiero entender que pasó, quiero entenderte.

-Lisa, no quiero que te alejas de mí...tengo mucho miedo de que me dejes cuando te enteres de lo que me pasó.

-No pienses esas cosas, Nini. Lo menos que quiero es alejarme de ti.

-Lo siento tanto, Lisa.

Lisa se paró frente a ella, agarró sus manos e hizo que también se pusiera de pie. Se le salió una sonrisita cuando vio que Jennie era más bajita.
Se acercó y le besó la mejilla.
Aunque quisiera, no podía estar molesta con ella por mucho tiempo, y menos si Jennie fue hasta su salón a pedirle disculpas.

-Tus disculpas son aceptadas.-le acarició sus manos para tranquilizarla.

-Te contaré todo, lo prometo...

-Sé que lo harás. -dijo Lisa convencida de que Jennie encontraría el momento perfecto para contarle lo que le estaba pasando, y esperaría pacientemente.

"A veces siento que quiero que me conozca. A veces no quiero que conozca nada más que a mí. Y otras veces, me alegro de que no tenga ni idea" pensó Jennie una y mil veces mientras veía como Lisa sonreía y le mostraba su lista de canciones favoritas.

 I'd go back to you - JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora