CAPITULO 4 CORAZONES CEGADOS

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Después de abandonar la fiscalía, Yoongi se dirigió a la torre Lee. En el momento en que cruzó el vestíbulo fue interceptado por Rose, quien intentaba con mucho esfuerzo, igualar el caminar enérgico y seguro de su joven jefe. Yoongi, se detuvo tras su escritorio mientras se desabotonaba el saco para tomar asiento, tocó la pantalla de uno de los monitores y el ordenador cobró vida instantáneamente.

—Señor ya todo está listo para la reunión, dará inicio en cuarenta minutos, las carpetas están sobre la mesa y el refrigerio llegará en veinte minutos para que coincida con el final de la reunión. —Rose suspiró profundamente deslizando su dedo índice por la tableta electrónica—.

¿Necesita algo más, señor?

—No —respondió Yoongi acomodando el nudo de su corbata—. Nada más, confío en tu trabajo Rose —volvió sus ojos al ordenador—.

¿Podrías traerme un poco de agua? Hablar con el fiscal general me deja la garganta seca. —Le pidió con una increíble sonrisa, que de inmediato evocó una igual en Rose, que abandonó la oficina rápidamente.

Revisó su agenda, sabía que esa misma semana tendría una entrevista con su tutor en la maestría de ciencias de la justicia penal, pero no recordaba la hora, también tenía una reunión pendiente con su contador. Así, dejaba que su mente recorriera sus compromisos mientras divagaba en los altos y bajos de su apretada agenda. Sintió el su movil vibrar dentro de su saco, lo extrajo, extrañándose por la llamada entrante de Lee Jun Ho  .

—¿Pasa algo Lee Jun Ho ? —preguntó frunciendo el ceño con desconcierto.

—¿Lee, estás en la torre? —indagó Lee Jun Ho con una evidente nota de preocupación en su voz.

—Sí, acabo de llegar ¿por qué?

—Estoy reunido con el joven SeokJin, el asistente de Jimin, creo que debes estar presente en esta reunión.

—¿Pasa algo? —preguntó reconociendo aquel característico tono de voz en Lee Jun Ho, y no pudo ignorar como todos sus sentidos se ponían en alerta.

—Es mejor que vengas a mi oficina.

—Está bien —acordó cubriendo su voz con falso estoicismo—. Voy para allá. —finalizó, y escuchó a través del teléfono cuando Jin    susurraba “No es necesario”

Se puso de pie encaminándose rápidamente. Rose traía un vaso con agua en una pequeña bandeja de plata, y él se detuvo porque verdaderamente tenía sed, los efectos de la fumada en la madrugada le pasaban factura, así que dio un celestial y revitalizante sorbo. Casi gimió de alivio al sentir el agua fresca deslizarse por su garganta.

—¿Cuánto tiempo tenemos para la reunión? —Le preguntó devolviendo el vaso a la bandeja.

—Poco más de media hora.

—Bien —afirmó chequeando su reloj—. Voy a reunirme con Lee Jun Ho , estaré de vuelta a la hora pautada.

—Sí señor.

Yoongi una vez más emprendió camino, entró en el ascensor y descendió tres pisos para llegar hasta la oficina del abogado, el asistente del hombre le abrió la puerta y tanto Lee Jun Ho  como Jin se pusieron de pie al verlo entrar, el semblante de Jin era indescifrable.

—Hola Jin. —saludó, acercándose, Jin lo miraba de manera fulminante, después de todo estaba molesto con él por haber insinuado que su amigo era un fácil.

—¿Cómo está fiscal? —Le devolvió el el saludo sin ocultar su pausada animosidad.

—Bien, gracias —Sonrió Yoongi leyendo la prevención—. Pero habíamos quedado en que sería Yoongi. —Le recordó, después desvió la mirada a Lee Jun Ho —. ¿Pasa algo? —indagó llevándose las manos a los bolsillos del pantalón queriendo tontamente esconder su delatador y repentino sudor.

EPIFANIA 2  YOONMIN (Saga Selenosis Completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora