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El mismo día que Natalia se fue con su padre.

Héctor:

Mis amigos estaban hablando sobre un tema el cual estaba completamente ignorando ya que mi mente solo se centraba en Natalia. No había aparecido esta mañana con sus amigas para desayunar y no está en línea desde ayer.

Quizás estaría dormida todavía, le encanta dormir la mañana.

Al pensar en eso sonreí inconscientemente al recordar una vez que ella se quedó dormida en mi hombro.

-Héctor, ¿estás combocado para el partido contra el Almería?

-¿Eh? Ah, sí, sí.

-Después nos ponemos a hacer la mochila para mañana.

El primer equipo del Barça tenía mañana partido fuera de casa y al ver la lista de convicción estábamos todos convocados.

Terminamos de desayunar y me
acerqué a las amigas de mi chica.
Que todavía no es mi chica oficialmente, pero pronto lo será, le tengo pensado pedir salir.

-Buenos días. -Dije apoyándome en la mesa. -¿Y Natalia?.

-No tenemos ni idea, no la hemos visto esta mañana.- Dijo Carmen haciendo que me preocupara más.

-¿Se habrá ido con su familia? -Pregunté buscando soluciones.

-¿Qué te parece si cuando terminemos de desayunar vamos a recepción a preguntar?- Propuso Julia.- Así nos quedamos más tranquilos.

Asentí y una vez terminaron de desayunar nos dirigimos a recepción.

-Buenos días. Queríamos preguntar si sabían algo de Natalia, Natalia Flores. No sabemos nada de ella desde ayer. -Dijo Julia al recepcionista.

-Natalia Flores eh...-Dijo mirando una lista gigante. -Sí, aquí. Disculpe, pero Natalia Flores no está inscrita en la Masía.-Dijo el recepcionista.

-Imposible. Ella vive aquí. -Insistí.

-Ha venido esta mañana su madre a llevársela y ha pedido que no contemos con ella. -Dijo de nuevo el hombre.

-Bueno, muchas gracias.-Dijo Carmen y nos fuimos de allí.

-¿Se ha ido?-Dije mirando a un punto fijo.

-Tiene que haber pasado algo. -Insinuó Carmen.- Ella no dejaría el fútbol ni de coña. -Volvió a decir y yo le di la razón.

-Voy a llamarla- Sugirió Julia cogiendo su móvil.

1 pitido...

2 pitidos...

3 pitidos...

4 pitidos...

5 pitidos...

-Nada, no me lo coge.-Dijo Julia.

-Prueba otra vez.-Pedí.

Si no llamamos veinte veces no llamamos ninguna. Pero no nos contestó ninguna vez.

-Joder. Dónde se ha metido. -Dije perdiendo la cabeza.

-Tranquilo, Héctor, está con su madre, estará bien.- Dijo Carmen.

Aunque el recepcionista nos haya dicho que se la llevó su madre esto me preocupaba bastante. No me hacía a la idea de que alomejor no la volvería a ver jamás.

EN EL MISMO PISODonde viven las historias. Descúbrelo ahora