EN EL MISMO PISO

16

Era por la mañana. Me preparaba para ir a clases mientras tenía el interrogatorio de mi vida.

-¿Pero te besaste con él? -Me preguntó Julia.

-Sí... -Dije yo.

-¿TE BESASTE CON ÉL? -Me dijo Carmen gritando.

-Que sí. -Dije yo.

-A ver, ¿pero sois novios? -Dijo Julia intentado entenderme.

-No... -Dije yo.

-Lo has besado, así, sin más. -Volvió a decirme.

-Me besó él, y yo... Pues no me aparté. -Aclaré.

-¿Pero a ti te gusta? -Dijo Carmen.

-¡No! -Dije yo. -Fue solo... La emoción del momento.... -Volví a decir.

-Uy, que emoción!! Besarte con el estúpido de Héctor. -Dijo Julia.

-Alomejor ha cambiado, ¿vale? -Dije.

-Recuerda la última vez que confiaste en él. -Dijo Carmen.

-Sí, acabe mojada y resfriada.Lo sé. -Dije yo. -Y que me haya besado con él no significa que me guste. De hecho, hoy se lo voy a explicar. -Dije firme y salimos de la habitación para ir a clase.

Llegué y me senté en mi sitio, al lado de Héctor el cual me estaba mirando.

-Héctor... -Dije sentandome al lado. -Alomejor lo que pasó ayer en la fiesta...

-¿Fue un error? -Dijo él mirándome fijamente. -Si piensas que ha sido un error, no pasa nada. -Dijo.

-No es eso. Es que ya no puedo confiar en ti. -Expliqué. -La primera y última vez que confíe en ti acabé mojada y con un dolor de garganta increíble. -Dije yo.

-Entonces... ¿No te arrepientes del beso... Si no de cómo te he tratado estos años...? -Preguntó con una sonrisa.

-Supongo... Que sí. No me arrepiento del beso... Sino de cómo me has tratado... -Dije no muy segura de lo que estaba haciendo.

-Perfecto. Entonces, habrá que empezar a caerte bien y a que pienses otras cosas  sobre mi. -Dijo repitiendo lo mismo que dijo aquel día en la cafetería.

La clase empezó lo que hizo que nuestra conversación se acabará.

Era última hora y estábamos recogiendo nuestras cosas para irnos ya del aula e irnos a almorzar. De repente escuché como la puerta se cerraba con llave, me giré y en la clase solo estabamos Héctor y yo. Y la profesora acababa de cerrar la puerta dejándonos encerrados.

-Qué acaba de pasar? -Dije asustada.

-Nos ha encerrado. -Dijo Héctor yendo hacia la puerta.

-No me jodas... -Dije yo.

-Bueno, el destino nos quiere unir, que se le va a hacer. -Dijo él tan tranquilo.

-No habrás tenido nada que ver no? -Dije yo.

-¿Qué dices? Jamás nos encerraria a los dos aquí un día entero! -Dijo él. -El profesor lo habrá hecho  inconscientemente, sin saber que estábamos aquí. -Dijo y yo asentí dándole la razón.

¿Por qué mierdas me pasa esto a mi?
Van a ser unas horas muy incómodas con él pegado a mi...