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Habían pasado tres días desde que llegué a lo que antes, en Madrid llamaba "felicidad", aunque a la felicidad le faltaba la mitad de la parte.

Estaba un poco mejor y ya no pensaba tanto en él.

Hoy los chicos habían dicho de ir a comer helado por algún sitio. Acepté porque hacía bastante tiempo que no estábamos todos juntos. Aunque por otro lado, Héctor y su novia también estarían.

Ya lo tenía claro, no iba a formarle un numerito porque se haya ido con otra, si es lo que quiere, haya él. Yo solo fingiría que todo está bien aunque no lo esté,  que no me importa, aunque me importe, y volveremos a ser amigos. Amigos, sin más.

-¿Este o este?-Dijo Julia con dos tops en las manos.

-El rosa.-Dije.

-No tía, el azul es más bonito.-Dijo ella.

-Entonces para qué preguntas.-Dije echándome rímel.

Una vez listas fuimos abajo con los chicos y salimos del centro para ir a una heladería.

Íbamos andando por las calles de Barcelona, yo iba mirando cada detalle de éstas, que no había podido mirar en mucho tiempo.

-¿Podemos hablar?-Dijo una voz masculina al lado mía. Héctor.

-Dime.

-¿Dónde has estado todo este tiempo?

-Con mi padre, te lo dije antes de ayer.

-¿Y no podías contestar los mensajes o llamadas?

-Me habían quitado el móvil.

-Ya...

-Pues sí, si no me quieres creer, me la suda totalmente.

-Vale, vale. ¿Estás enfadada?

-¿Por qué debería estarlo?

-Por...Ya sabes, estoy saliendo con Sofía.

-¿Sofía?Ah, sí. Me da igual, me alegro que hayas encontrado a una persona que sea igual de menospreciable que tú.

Con eso seguí mi camino acelerando el paso y él se quedó atrás.

EN EL MISMO PISODonde viven las historias. Descúbrelo ahora