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La fría noche abrazaba su cuerpo, dándole escalofríos, aún así decidió no moverse, seguía esperando a la pelirrosa.

Sus pensamientos no tardaron en torturarlo.

Ahora se encontraba completamente solo, su padre lo había rechazado como su hijo, solo porque quería divorciarse de esa víbora.

Que lo único que hacía era degracirle la vida.

Él también merecía ser feliz, desee joven hizo todo lo que sus padres, le decían, ecepto el manejar la empresa familiar con su hermano, ya que el Uchiha para en ese entonces estaba estudiando para ser policía.

Cosa que molesto un poco a su padre, pero  al final terminó aceptandolo.

Su padre lo había obligado a dejar a la pelirrosa, cuando estaban juntos en la preparatoria, al comienzo se negaba hacerlo, pero fue un completo cobarde, por no haber luchado por ella, por haberse rendido y dejado que ella se fuera de su lado.

- ¡Sasuke!- exclamó una voz bastante conocida para el Uchiha.

Quien en ese momento levantó la mirada, encontrándose con esos orbes jade brillantes, que tanto les gustan ver, Sakura tenía el cabello desordenado, pequeña capaz de sudor recorrían su blanca y suave piel.

Podía notar el subir y bajar de su pecho, se le veía bastante cansada.

- Dios, Sasuke estaba preocupada, ¿Estas bien?- pregunto ella al momento que se acercaba al Uchiha.

El cual no había hecho ningún esfuerzo para levantarse.

Su mirada aún seguía clavada en ella, sus orbes negros reflejaban un hermosos brillo, casa vez que la veía ella, la única mujer que nunca dejo de amar, apesar de todo este tiempo.

Sakura siempre estará en su corazón.

- ¿Sasuke?, ¿Todo esta bien?- volvió a preguntar la pelirrosa.

Posando una mano en la mejilla del Uchiha, solo para asegurarse de que no tuviera fiebre, ya que estaba haciendo mucho frío.

- Mm, parece que no tienes fiebre, ven, vamos a casa- comento al momento que retiraba su mano.

Pero antes de que pudiera darle la espalda, Sasuke sujeto su muñeca, tomándola por sorpresa y más cuando en un movimiento rápido, el pelinegro se levantó de la banca y le dio un fuerte abrazo.

Sakura estaba sorprendida por la repentina acción del azabache.

Pero antes de que pudiera decir algo, pudo sentir como Sasuke ocultaba su rostro entre su hombro y cuello, mientras que pequeñas lágrimas resbalaban por la mejilla del Uchiha.

- Sa-Sasuke, ¿Que sucede?... ¿Por que tu...

- no me dejes- murmuró con la voz ojo quebrada.

- no te entiendo, ¿Que es lo que tienes?.

- por favor... Solo por esta vez... Quiero sentirte cerca Sakura, eres lo único que tengo ahora- comentó ignorando la pregunta de la pelirrosa- así que por favor... No me sueltes ahora.

- no lo haré Sasuke, está vez no te soltaré- respondió la pelirrosa intentando calmar al azabache.

Sabía que algo le había sucedido, para que se comportara de esta forma, verlo tan vulnerable, gracias a los efectos del alcohol, hacia que su corazón se estrujara.

- ¿Me quieres contar lo que sucedió?- pregunto al mismo tiempo que acariciaba el cabello del pelinegro.

Como si de un niño pequeño se tratase, Sasuke en repuesta negó con la cabeza, no quería recordar la discusión que tuvo con su padre, lo único que quería hacer en ese momento, era estar con ella.

Entre cenizas ( Sasusaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora