Luna Creciente III

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Capítulo 4

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Capítulo 4

La brisa fresca impacta en mi rostro desnudo mientras cabalgo rumbo a la mansión Bramwell. Mi cabeza duele desde lo que sucedió en el baile ayer en la noche.

Ella no había ni salido de su habitación antes de yo partir hacia la casa de lady Bridget. Madre estaba más que preocupada por su actitud y yo no tenía respuestas que dar.

¿Le diría que tuve sexo con una sirena?

¿Que luego le pedí que se quedara debido a los chupetones que yo mismo había hecho en su piel?

¿Y después le confesaría que dos guardias patanes la manosearon por haberla dejado sola?

Bufo.

Me apeo del animal sintiendo que mi cabeza estallará en cualquier momento.

Ella es un condenado huracán arrasando con mi cordura.

Toco la puerta principal de la entrada de la mansión de los Bramwell. El que parece ser el mayordomo abre la puerta y me mira.

—Buen día, vengo a ver a lad...

—Lady Bridget —concluye por mi haciéndome elevar una ceja.

Suspira.

—Entre —pide y me fijo en la cantidad de carruajes y caballos que hay estacionados en la escalinata de la mansión.

Doy pasos escuchando murmullos masculinos y de pronto unas estridentes risillas femeninas.

Me acerco cada vez más hasta que mis ojos ven todo. Hay casi diez caballeros en la sala de la mansión. El centro de toda la atención es lady Kate, la madre de Bridget y ella.

Los hombres que la vistan están con ramos de rosas, traen dulces y hasta le están recitando poesías cosa que me hace mover los labios airado.

Noto mis manos vacías.

No traje ni una simple orquídea.

El mayordomo le informa a Bridget mi llegada y la veo buscar por toda la sala hasta que posa sus ojos en mí con interés.

Se pone de pie al instante tan bella como siempre. Usa un vestido color rosa y su cabello está recogido tal cuál una joven en sociedad debe tener.

—Lord Osborne —saluda desde su lugar haciendo que todas las miradas se posen en mí.

—¿Madre recuerdas a Thaddeus? —le pregunta ella.

La melodía de las olasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora