Capítulo:15

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NARE

Cuando me desperté lo primero que noté fué ver a nath durmiendo a mi lado y, además no era mi habitación, éste era más enorme. Pasé mi mano a mi nuca tratando de recordar que pasó ayer, chasqueé la lengua de inmediato ante el poco recuerdo que me había llegado. Me quedé a dormir pero no pasó nada entre nosotros: puede que algunas caricias y besos largos pero, nada más.

Con cuidado para no despertarlo deposité un beso sobre su frente. Salí de la cama con mucho cuidado, aún llevando puesto el vestido de la noche anterior. Quise caminar pero su mano me cogió del brazo y tiró de mí impidiendo que diera un paso.

—¿A dónde vas?.—dijo con voz ronca. Al igual que se frotó los ojos con las manos.

Qué lindo se vé en las mañanas.

—Al baño, voy a darme una ducha.—sonreí con boca cerrada. Me soltó el brazo, para luego pasarse la mano al cabello y arreglarse un poco.

—He pensado que podríamos ducharnos juntos.—dijo relajadamente. Como si se tratara de algo que ya estaba acostumbrado a hacer.

¿Dónde queda la vergüenza de éste chico?.

—¿Qué?.—mis mejillas comenzaron a arder sin control alguno por las ocurrencias de mi novio. Increíble, simplemente me quedé en silencio tratando de asimilar lo que estaba escuchando.—Pero tú te estás oyendo.

—No sé que intentas ocultar si ya he recorrido cada parte de tu cuerpo.—soltó

—Bueno...—me quedé sin palabras.

MARK

Entré a la habitación con cuidado para no despertar a Charlotte y, traía conmigo el desayuno. Unas tortitas untados de mantequilla y sirope de arce, y un jugo de naranja. Puse la bandeja sobre la mesa de noche, ocupé un espacio en la cama y la llené de besos para que se despertara.

—Despierta dormilona—dije con una gran sonrisa en mi rostro.

Sus ojos grandes y verdes se abrieron para mirarme, aunque con algo de sueño. Inclinó la cabeza en dirección a la mesa de noche para ver un espléndido desayuno hecho por mí, volvió a mirarme para ya ver una preciosa sonrisa que ahora surcaba su boca.

—Buenos días, ¿Todo eso es para mí?.

Asentí con la cabeza para luego tomar la bandeja y ponerlo sobre su regazo. Ayer fué la mejor noche de mi vida y, pienso aprovechar cada uno de los momentos que pase con ella. Tal vez sea algo raro que reaccione así a algo de una noche, pero siempre me he tomado las cosas tan en serio, y no estoy para coñas de algo pasajero.

—¡Deliciosa!.—probó uno que otros bocados al mismo tiempo que una sonrisa de suficiencia se apoderaba de sus preciosos labios rojos: color natural.

—Me alegra que te guste.—sonreí satisfecho, no soy muy bueno cocinando pero por tí haré lo que sea.

No pude aguantarlo más y acaricié en contorno de su mejilla hasta finalizar en su cuello. Estaba tan concentrado haciendo lo que hacía que, no me dí cuenta que me señalo con el tenedor para que probara un poco de mi creación. Abrí la boca y ella metió un trozo de tortita, en verdad está muy bueno.

SCOTT

¡Mierda!, Me da tanta rabia que ahora nare le pertenezca a nath.—dijo Andrew lamentándose como un niño pequeño al cual le habían arrebatado su juguete favorito.

—Tengo entendido que ya la has olvidado, porqué ehas más leña al fuego.—apoyé mis codos en la mesa para estar más cómodo.

—Lo sé pero el primer amor no se olvida, además tengo la obligación de protegerla.—dijo dándole la vuelta al huevo que estaba preparando. La fiesta de ayer fué bastante formal, así que la segunda fiesta promete.

Nuestra Historia (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora