❪25❫ Una nueva forma de pensar

282 26 6
                                    

El sable láser azul de mis manos se movía con rapidez a mi alrededor mientras desviaba cada disparo que llegaba, sin fallos y dando siempre en el blanco

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El sable láser azul de mis manos se movía con rapidez a mi alrededor mientras desviaba cada disparo que llegaba, sin fallos y dando siempre en el blanco. Tras unos segundos más los disparos cesaron y rodé mi sable con gracia a mi alrededor con una pizca de orgullo por el entrenamiento.

—Mejores tus reflejos son, mejoras en ti rápidamente se han visto.

Le di una sonrisa cálida al Maestro Yoda e incliné levemente la cabeza en su dirección como agradecimiento por sus palabras.

Había pasado ya más de un mes desde mi pelea con el Maestro Skywalker quien oficialmente al regresar de Coruscant había dejado de ser mi maestro, y desde entonces no había habido ninguna clase de contacto entre ambos, de hecho casi no le había visto por el templo. Por otro lado, mi entrenamiento había mejorado a mucha velocidad, motivada por los fuertes sentimientos de vacío que habían aparecido tras mi distanciamiento con mi ex maestro. Nadie del consejo había puesto pegas por nuestra separación, incluso el Maestro Windu había comenzado a ser agradable conmigo tras separarme de Skywalker. Los únicos que se mostraron disconformes con nuestra separación como Padawan y Maestro fueron el Maestro Yoda y el Maestro Kenobi; sin embargo, tuvieron que aceptarlo. Desde entonces, el Maestro Yoda se había ofrecido a entrenarme él mismo, tal y como lo había hecho cuando era una niña, aunque a veces estaba ausente y debían entrenarme otros maestros; pero jamás Anakin. Los demás maestros habían empezado a tenerme incluso cariño, había sido probablemente la padawan más motivada y obediente de entre todos.

—Aprendido de muchos maestros tú has, sus habilidades en ti veo. Más tu propio estilo de lucha encontrarlo tú debes.

Asentí a la vez que trataba de recuperar algo del aliento perdido por el entrenamiento y le di una sonrisa agradecida por su aprobación a mis avances.

—Lo sé, Maestro, y le estoy muy agradecida por sus enseñanzas estoy segura de que encontraré mi propia forma de luchar muy pronto.

Mi maestro se vio satisfecho y me hizo un ademán, indicándome que el entrenamiento había acabado.

Guardé mi sable y mi vista se enfocó en uno de los cristales de la sala, observando en él mi reflejo. Era en ese preciso momento en el que me daba cuenta de que había cambiado bastante ese último mes; todo mi cuerpo se había tonificado y marcado de una forma bonita, incluso tenía unos rasgos más pronunciados y elegantes, símbolos de que ya no era una niña.

—Maestro Yoda, ¿quería verme?

Todo mi cuerpo se contrajo ante la voz de mi ex maestro y me giré repentinamente a la vez que Anakin notaba mi presencia y apartaba con rapidez la mirada.

El Maestro Yoda enfocó su atención en él, asintiendo, pero pude notar como no apartaba su atención de mí; como si esperara algún tipo de reacción por parte de ambos al vernos, probablemente consciente de la forma en la que Anakin me evitaba.

—Últimamente visitando a la senadora de Naboo te he visto, ¿la razón importante es?

—No, Maestro, tan solo aseguro su protección y disfruto de su compañía.

Dark Side [Anakin Skywalker]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora