❪27❫ Loba solitaria

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—¿Lo llevas todo?

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—¿Lo llevas todo?

—Sí, Maestro.

—¿El comunicador?

—Justo aquí.

—¿El droide?

—Ya está dentro. —Mis palabras salieron con cansancio y frustración, esa conversación empezaba a parecer interminable—. Maestro, lo llevo todo, me he asegurado. Todo irá bien no hay de qué preocuparse.

Le di una sonrisa dulce y Obi-Wan se relajó, devolviéndomela. Sabía que no estaba del todo desestresado, pero al menos parecía que comenzaba a aceptar que me iría sola a mi primera misión. Podía ver en sus ojos que me miraba como a aquella pequeña niña que le pedía que le enseñara a pilotar, algo por fin iba a poder aplicar.

—Lo sé, es solo que sigo viéndote como a aquella niña curiosa en Tatooine —la mirada de Obi-Wan rebosaba de cariño al mirarme y no podía sentirme más afortunada de haberle conocido aquel día—. Has crecido mucho desde entonces, Kaia, ya eres toda una mujer. —Sus ojos estaban más brillantes de lo normal, y sonreí enormemente por ello.

—Gracias, Maestro Kenobi, siempre le estaré muy agradecida por su apoyo. —No lo pude evitar y me acerqué a él para abrazarle con fuerza, a lo que él me correspondió. Obi-Wan era prácticamente un hermano mayor para mí o incluso un padre; tenía claro que siempre me quedaría mucho más que aprender de él, no solo era un gran Jedi, también una gran persona.

—Buen viaje, Kaia, y mantén el contacto, ¿de acuerdo?

Le di un asentimiento en respuesta y miré inconscientemente detrás suya, por alguna razón, esperando ver a otro Jedi. El Maestro Yoda ya se había despedido, y la mayoría de maestros y padawans me habían deseado buena suerte en mi misión, pero a la única persona que había querido ver no había aparecido.

Anakin no había aparecido.

—Dale tiempo. —Obi-Wan me dio un guiño rápido y retrocedió para que yo pusiera rumbo a mi misión en el Borde exterior.

De alguna forma, él había adivinado que a quien buscaba detrás suyo era a Anakin. Probablemente sería de los pocos que sospechaban que mi relación con Anakin no estaba tan muerta como la mayoría creía.

—Adiós, Maestro —dejé mis pensamientos a un lado para centrarme en Obi-Wan. Le di una última despedida y me alejé hasta el interior de la nave.

En ese momento, los nervios empezaron a hacerse presentes y comencé a sentirme algo abrumada con la tarea que se me había encomendado. No obstante, despegué la nave y abandoné Coruscant, poniendo las coordenadas rumbo al sistema de Endor.

¿Y si Anakin tenía razón y no estaba lista para una misión en solitario?

¿Podría haber alguna trampa allí? Y, si la hubiera, ¿quien me ayudaría?

Dark Side [Anakin Skywalker]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora