Sin embargo, no le diría nada, sabía que estaba pasando por un mal momento, pero... ¿Comer mariposas?
Su madre no lo podía creer, había estado sospechando sobre ello, pero pensó que eran simples tonterías, hasta que lo vio comer una mariposa, no podía creer lo que estaba viendo, su hijo, Seungmin, comiendo aquel insecto
— Saben bien....
Hablo por fin Seungmin, tomando otra mariposa de aquel frasco, su madre abrió grande la boca, su hijo, su pequeño hijo se estaba comiendo otra mariposa frente ella
— Mamá... No sé porque soy así, nunca quise hacerle daño... -basto otro mordisco para escupir aquella mariposa bañada en su sangre, prosiguiendo a llorar- ¡No soy feliz mamá! Mi papá... Lo extraño mucho mamá...
Su madre no puedo responder, simplemente corrió a abrazarlo cuando se percató que estaba llorando, consolando a su pequeño niño
Tiempo atrás
— ¡VAMOS, CÓMETELA! -grito su padre- ¿Cómo estás malditas mariposas te van a dar felicidad? ¡Que estupidez!
Aquel hombre delgado había obligado sin tener éxito a su hijo a comer mariposas debido a un comentario de su esposa
Aquel hombre estaba arto de vivir en aquella casa, con aquella mujer, y su hijo, los muebles, el piso, el aire. Estaba arto de vivir ahí, con esas personas que se hacían llamar familia
— Perdóname hijo, no quise hacer eso, ya sabes que estaba jugando¿Verdad? Solo estábamos jugando -se disculpo, prosiguiendo a darle un gran abrazo- ¿Quieres ayudarme con lo que estoy haciendo? Te enseñaré muchas cosas hijo
Aquellas acciones eran lo habitual, primero lo trataba mal, y después le daba un gran abrazo, arreglando todo
Seungmin adoraba a su papá, incluso comenzaba a sentir bien aquel maltrato, su madre nunca decía nada, siempre se quedaba callada
Tal vez por miedo, discreción o porque simplemente no le importaba.
Hasta aquel día, dónde tomo un jarrón y lo estampó en la cabeza de su esposo
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