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— Pero que dices .... ¡¿Estás loco?! -le grito Momo, forcejeando con el

— No. No tienes pareja, ¿O si? No estoy loco Momo, casemonos.

Las dos familias quedaron atónicas ante lo que estaban viendo y escuchando, aquel joven que no quería hablar sobre planes de matrimonio, se le estaba proponiendo a su única amiga.

— Me parece perfecto, pensé que te habías arrepentido hijo. —respondio el padre de Momo, levantándose de su asiento para darle unas palmadas en su espalda

— Papá... No, yo no me quiero casar con el. -respondió bastante furiosa, dejando salir una lágrima que recorrió su mejilla, para comenzará desaparecer poco a poco por su cuello

— Pero el si, ¿Quien piensa en los sentimientos hoy en día? -esta vez hablo su madre, la cuál comenzó a comer sus alimentos

— ¿Cómo pueden decir eso?...

Momo respondió con una voz quebradiza, mirando como Minho tomaba asiento en una silla, sabía que no estaba bien, pero siendo de esa manera u otra, sus padres terminarían por casarlos si o si.

Después de todo, lo único que importaba era el estatus social, el prestigio y la unión de empresas

— ¿Cuál es la mejor fecha para una boda? Ahh, me gustaría que fuera en un bosque, como de cuento de hadas, ¿No crees Ryujin? -hablo de nuevo aquella señora

— No, suena a una pésima idea. -dijo sin pelos en la lengua, no estaba en absoluto desacuerdo con lo que su hermano acababa de hacer

— ¿Que fecha será? -preguntó Minho, sin soltar a su amiga, la cuál se encontraba llorando de  frustración

— Con que sea lo mayor posible, estaría bien.

— ¡Ohh! Me gustaría tener entre dos a tres nietos, ¡Eso sería grandioso! -aquella señora no se callaba

— Dentro de dos meses estaría perfecto, la primavera inicia por esas fechas, sería bueno tener un clima cálido. -esta vez hablo el padre de Momo

— Si eso es todo, entonces solo falta esperar por la fecha, mi prometida y yo nos tenemos que ir. -dijo parándose y ayudando a Momo a levantarse para poder irse

Pasaron unas cuantas horas en las que Minho y Momo se encontraban frente a un río, sin decir nada, sus caras parecían tan demacradas en ese momento

— ¿Porque?... Lee Minho, a ti ni siquiera te gusto -por fin hablo Momo, sin mirarlo

— Creo poder salvarte de ese infierno -dijo refiriéndose a su familia

— ¿Para que?... Simplemente me vas a arrastrar a otro aún peor -le respondió parándose y por fin mirandolo- ¿Lo sabes, verdad? -Minho le devolvió la mirada, sin entender- Que me gustas. Me gustaste desde pequeña... Pero no me quiero casar contigo, mi vida a tu lado será miserable, y no quiero eso Lee

Minho se paró, jalandola del brazo para darle un abrazo, dónde escucho a su amiga romperse poco a poco en su pecho, respiro profundo, y minutos después le respondió

— ¿Tan malo soy?... -Minho rio un poco antes de seguir hablando- Después podríamos divorciarnos, cuando ya estés estabilizada en algún lugar, ¿Te gustaría regresar a Mónaco? Podría ponerte alguna casa en ese lugar... Para serte sincero, a mí no me cae muy bien la ciudad, tampoco el trabajo, pero tú me caes bien, tu si me agradas... Así que daré todo de mi para que cuando estés a mi lado nada te falte, quiero hacerte feliz Momo, aún que sea por un momento

Y como fue, tres meses después ya se encontraban viviendo en Mónaco, ni siquiera habían disfrutado su boda, pues Minho la saco para irse de inmediato a Mónaco, con el pretexto de tener un tiempo juntos despues del matrimonio

En aquellos meses comenzaron a pasar momentos juntos, comían, cenaban y desayunaban juntos, salían a correr juntos, hacían todo juntos, pero Minho seguía pensando en el, y Momo en el fondo, lo sabía.

— Ahh... -bufo algo cansado

— Toma, es una bebida energética -dijo uno de sus compañeros de trabajo entregándole una bebida

— Muchas gracias, por cierto, ¿Cuál era tu nombre? -respondió Seungmin, haciendo reir al otro

— Me llamo Seo, Seo Changbin -dijo con una inmensa sonrisa, contagiando energía

Había obtenido el trabajo en aquella empresa, por un momento dudo en ir a la entrevista, pues le daba miedo fallar, y más al ser una empresa de buffet de abogados privada, dónde el estatus económico y las conexiones importaban más que el intelecto, por suerte Seungmin había calificado

Aún que Ryujin tuvo algo que ver en ello.

— ¿Minho, estás bien? -preguntó Momo al notar que Minho estaba tardando en el baño

— ¡Sii! -respondió regulando su voz

— Okey, no tardes en salir, ya casi llega la pizza

— No te preocupes... -respondió por último murmurando, terminando de hacer lo que parecía ser una buena paja

No era que se haya excitado por Momo, no, simplemente que el como todos los seres humanos se ponía hormonal, y al no querer que Momo se diera cuenta, se encerraba en el baño, aún que ella lo sabía en secreto

En aquellos meses Minho había tratado a Momo como una completa princesa, pero a algo sexual o más que una amistad entre amigos de la infancia, no pasaba, Minho no quería que Momo se ilusionara por alguien como el, que en cualquier momento iría corriendo a brazo de otra persona, que la engañaría y no dudaría en restregarle lo tan feliz que podría ser.

𝘔𝘢𝘳𝘪𝘱𝘰𝘴𝘢𝘴 ✩ 𝐊𝐧𝐨𝐰𝐌𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora