Las noches de Seungmin no eran para nada tranquilas desde aquel suceso, ¿Su adicción a las mariposas?
Había comenzado desde pequeño, en casa de su padre, cuando aún estaba junto a su madre, cuando eran una familia.
Los problemas en casa frecuentaban, el pequeño Seungmin se refugiaba en el pequeño invernadero, dónde su madre pasaba las tardes completas limpiando y cuidando sus plantas, hubo una vez que su madre le dijo de broma que las mariposas le daban vida, y el lo creyó
“Las mariposas son maravillosas, te dan vida, te hacen feliz y estar en paz”
Fue solo un comentario, pero el lo tomo como algo más, su primera vez, había logrado atrapar a una, su color era naranja, con sus bordes negros, la miro más a detalle, y miro sus pequeñas antenas, junto con su peludo cuerpo, no era tan grande, pero tampoco pequeña
La mordió, su sabor era como el pasto y la tierra, su sangre era algo verde y transparentoza, las alas dejaban color en sus pequeños dedos y labios
Le había encantado.
Actualidad
Seungmin se encontraba sentado como siempre lo hacía en las mesas del comedor escolar, comía un sándwich y fruta picada con mucho limón, sentía una mirada pesada, pero no le dió importancia, pues todos lo tachaban de nerth, no sería la primera vez que lo molestacen
— ¡¡Kim Seung-Min!! -grito al ingresar al apartado
Aquella voz era tan irreconocible ante todos, pero Seungmin al escuchar, supo de inmediato quien era, aquel australiano que por pura suerte había quedado en su misma clase un año atrás, y ahora se consideraba su amigo
— Adivina ¡Adivina! -grito mirando a Seungmin con alegría, pero antes de que esté comenzará a hablar, el grito- ¡Tengo el puesto en la cafetería!
— Wow, pensé que no tendrías el puesto porque eres muy gritón...
— Pues... Con unas cuantas miraditas, todos caen rendidos ante mi -dijo pestañeando mucho ante Seungmin
— Ese mocoso. -hablo enfado, Minho.
— Calma tus celos niño, el solo es su amigo
— ¿Y a mi que? Se hacerca mucho a Seung. Algún día lo tendré solo para mí, ya verás.
— ¿Y lo obtendrás así? ¿Sin acercarte? Deberías hablarle -propuso su amiga
— ... Pero... ¿Cómo? -su amiga se echó a reír
— ¿Cómo es posible Lee? -rio un poco más, y lo tomo de las mejillas un poco fuerte- Idea algo, y hazlo tuyo de una vez.
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