𝘔𝘢𝘳𝘪𝘱𝘰𝘴𝘢𝘴 ✩ 𝐊𝐧𝐨𝐰𝐌𝐢𝐧

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— Hijo, ¿Está semana tienes clases? -pregunto su madre

— Si, ¿Por qué la pregunta? ¿Saldrás? -respondío Seungmin, cortando aquel filete y llevándolo directamente a la boca

— Necesito ir a ver unos papeles fuera de la ciudad, estaba pensando que tal vez me podrías acompañar -respondío su madre, sabiendo perfectamente que su hijo le diría que no podía acompañarla- Regreso hasta el próximo jueves hijo, ¿Quieres ir?

— No mamá, tengo clases y un examen, ah.. junto con una exposición -dijo un Seungmin algo agotado

— ¿Estarás bien solo? -pregunto de nuevo, mirando a su hijo sonreír- Procura llamarme todas las noches, cuando comas, desayunes y cenes, y si sucede algo también ¿Si? -esta vez tomo la mano de su hijo, besando la palma de esta

— Si mamá, no te preocupes, estaré bien, no prometo llamarte cuando coma, pero si en la cena

Su madre no iría por trabajo, ella iría a averiguar la verdad tras aquel accidente, y a ver al padre de Seungmin, su ex esposo.

Al día siguiente empacó sus cosas al regresar de dejar a su hijo en la universidad, vio en su buró las fotos que le había sacado a su hijo comiendo aquellos insectos, y temblando, salió de casa.

— ¡Hey Seungmin! -Bangchan jalo del brazo a Seungmin, haciendo que este retrocediera

— Oh, hola Chan ¿Que haces aquí? ¿No deberías estar en tu clase de fútbol? -pregunto, mirando a su amigo a lo lejos

— Se canceló, tenemos tres horas libres, ¿Quieres ir a tomar un café?

— Lo siento, tengo que ir a la biblioteca... Pero si quieres podemos ir a tomar algo después de eso -propuso, dejando a un Bangchan algo pensativo

— ¡Claro! Entonces, me llamas cuando termines, me tengo que ir, ¡Bye! -dijo comenzando a irse

No tardó tanto en llegar a su amigo y recibir todas esas preguntas cotidianas que le hacía cuando lo veía con alguien

— ¿Tu y Bang?

— No, claro que no, es solo un amigo

— Todas las pajeras comienzan así¿Que te dijo? ¿Te propuso ir a un café? -dijo al azar

— ¿Cómo lo supiste? -solto algo sorprendido

— ¡Todo comienza  por un café! ¡No tengo dudas de que a él le gustas!

— Pero a mí no...

— Ay Seung, eres algo aburrido, ¿Ya te lo había dicho?

— Me lo dices siempre

La madre de Seungmin viajo más de dos horas para llegar a aquel sitio, nada había cambiado, las tiendas, las casas, incluso la comisaría, todo seguía como en aquel entonces

Bajo de el auto con su bolso, dispuesta a entrar a aquel café.

Hace tiempo no veía a su ex marido, ¿Se vería igual? ¿Habrá cambiado? Muchas preguntas invadieron su mente, hasta mirar en aquella mesa lejana, ahí estaba aquel hombre

— ¿Tanto miedo nos tienes? Dijiste odiar a los niños.... Y ahora tienes dos -la señora río, mirando el anillo en la mano ajena- Te volviste a casar...

— Si.. yo nunca dije eso, solo odiaba a ese monstruo, el arruinó mi carrera. ¿Por qué haces preguntas tan tontas? -respondio el señor algo secó

— Incluso cambiaste tu nombre.... Te marchaste sin decir algo, no nos buscaste, no lo buscaste....

— ¿Cómo querías que buscará a ese monstruo? ¿Para manchar más mi reputación? Ese idiota debería estar tras las rejas.

Eso basto para que se parara y le aventara el vino que había en su copa, dejándolo empapado

— ¿Un monstruo? ¡El monstruo eres tu! El lo hizo por ti... -la mujer se rompió por dentro, comenzando a llorar- ¿Acaso sabes cuánto nos costó salir adelante? ¿Acaso sabes cuánto daño nos hiciste? No... No lo entenderías, para ti fue fácil, comenzaste una nueva vida... Pero nosotros... ¡Nosotros seguimos cargando con nuestro maldito pasado!

Sus lágrimas corrían por sus mejillas, sin pensarlo salió de inmediato de aquel café, metiéndose en su carro ¿Para que había ido? Tal vez, y solo tal vez solo necesitaba decirle las cosas cara a cara, se necesitaba sentir algo de  alivio, pero ... ¿Por qué dolía como aquella vez que los abandonó? Dolía como el mismo infierno.

Los días comenzaron a pasar y el viernes había llegado, no sabía cómo estaba sobreviviendo, normalmente su mamá le hacía todo

— ¡¿Entonces me acompañaras?! -grito por teléfono su amigo, Félix, era la primera vez que iría a una fiesta sin ser obligado

Después de todo, Seungmin tenía algo claro en esa fiesta.

Llegó junto a sus amigos, el lugar era grande, bastante grande, la música y luces tras pasaban las ventanas y cortinas del sitio, entraron y como siempre, Félix y Hyunjin se perdían entre la multitud, dejándolo solo, está vez no se sentía extraño, está vez tenía algo en mente, y lo estaba buscando

Busco por todos lados, encontrando de vez en cuando a Minho, el cual no le dijo nada, reviso las habitaciones y baños del lugar, hasta que

— ¡Jeongin!

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