𝘔𝘢𝘳𝘪𝘱𝘰𝘴𝘢𝘴 ✩ 𝐊𝐧𝐨𝐰𝐌𝐢𝐧

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— No puede ser..

— Buenos días Seungmin -dijo sentado con los pies arriba del escritorio

— ¿Tu que haces aquí? -preguntó Seungmin, con mala cara

— Es mi empresa, ¿No sabías? -esta vez dijo en modo de burla, parándose y llendo a el

— ¿Que? Maldito... -[Cierto, este imbécil es rico] pensó Seungmin en su mente- ¿Para que hiciste que viniera? ¡¿Ya viste la hora?! Ni siquiera ha salido el sol.

— Para verte, ayer no tenía el tiempo suficiente, pero hoy si. -hablo tomándolo de las manos, acto que hizo a Seungmin alejarse

— Minho, no va a haber nada entre tu y yo, dejame en paz. -termino de decir, retrocediendo hasta la puerta de la oficina, dónde trato de abrirla, escuchando de fondo aquella tan ridículamente peculiar risa de Minho

— ¿No tienes fuerza? -preguntó llendo hasta el, acorralandolo contra la puerta- Te extrañe tanto Seungmin....

Minho recostó su mejilla en el hombro ajeno, suspirando algo cansado, acto que hizo a Seungmin erizarse, pues aquella respiración chocaba contra su cuello

— Minho... ¿No pararás verdad?

— No -respondió volteandolo, para verlo con curiosidad y una sonrisa coqueta- Sigues siendo tan lindo.. tus ojos son tan preciosos Seungmin

— Y tu sigues siendo el mismo idiota de hace tiempo -esta vez Seungmin hablo tranquilo, y de igual manera, se quedó mirando a Minho, se veía más vivo, pero ya no tenía aquellas mejillas que tanto le gustaban

La tensión intensa se sentía en aquella oficina, y Minho no perdió la oportunidad, tomando a Seungmin del cuello, lo tomo con tanta delicadeza que Seungmin sintió que estaba en las nubes cuando fue acercado hasta los labios contrarios, se sentía como algodón de azúcar, con aquel tan peculiar sabor dulce, pero no tan dulce para empalagar, los labios de Minho se movían con tanta experiencia ante los otros, que trataban de seguirle el paso

No fue hasta que Minho lo tomo de la cintura, Seungmin reaccionó, terminando aquel beso y tratando de alejar al otro, el cual comenzó a reír

— Seungmin, por favor -pauso lo que decía, quedándose anonadado ante el severo sonrojo que Seungmin tenía en sus mejillas, subiendo una de sus manos hasta la mejilla del otro, acariciándola por un segundo

— ¡No me toques! -solto, tapando sus mejillas con sus manos

— Lindo... Eres tan lindo, que creo que podría morir

— Yo mismo te mataré Minho. -solto mirando a otro lado

— Estoy bien con eso, no te dejare ir Seungmin. Ya no...

Seungmin estaba de regreso en casa, sorprendiendo a su madre, quien se preparaba para ir de compras

— Maldito imbécil -murmuro llegando

— Ohh, ¿Hijo? -se acerco

— ¡Mamá! -solto arrojándose a los brazos de su madre, la cuál lo recibió con los brazos extendidos

— ¿No fuiste a trabajar? ....¿Que paso?

— Nada mamá... Solo, solo nos citaron para darnos un pequeño recado

Le dijo mintiendo, recordando aquel beso que había tenido con Lee, [¿Cómo podía ser tan delicado y a la vez tan sexy?] Pensó Seungmin, rozando sus labios con uno de sus dedos

— ¡Momo! -solto alegre llendo por ella

— Mandé Minho -dijo sonriendo, pues nunca había visto así a Minho, por un momento pensó que era por ella, incluso se emociono y sonrojo, pero Minho comenzó a contarle, haciendola sentir una tonta