Capitulo 38

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Antes de despedirme de Jane, fuimos a solas a mi habitación. Quiero comentarle de un detalle.

-Fátima: Lo que conté allá abajo, no fue para asustarte; es para que estés en alerta ante alguien sospechoso. No sabemos quienes están de cómplice. -Ella pone una mano en mi hombro.

-Jane: La verdad es que me siento muy aterrada. -Junto mis manos con la suya en señal de consuelo.

-Fátima: Yo te juro que hare todo lo posible para protegerte. Sé que dijiste que estás ocupada, que pronto habrá un partido en la escuela, por el momento puedes seguir con tu vida normal. Pero si ves algo sospechoso, huyes y me contactas. -Pone sus manos en mis mejillas y me besa.

-Jane: Descuida, estaré en alerta.

No permitiré que alguien le haga daño. Lo juro por mi eternidad.


(Catalina)

Un caso más común que he escuchado, es la actitud de ciertos hijos muy diferente a sus padres.

Menciono algunos ejemplo; padres estrictos pueden tener hijos que resultan ser rebeldes. O en casos al revés, padres liberales con hijos más conservadores.

En otras vueltas, padres con ideales atroces creyendo que es lo mejor y sus hijos no piensan igual. Incluso lo leo en los libros donde los villanos tienen planes malvados, pero sus hijos pueden entender de los horrores y las consecuencias de esos actos.

Ahora con el caso actual, los padres siendo justo y el hijo con planes siniestros. Se puede saber que los hijos no desean ser una copia de sus padres a pesar de la educación que se les inculcan.

Luego de la reunión en la que Fátima reveló lo que descubrió. Recordé lo que pasó con Nikolas cuando lo acusamos con sus padres por intentar atacar a Jane y Ashley. Pues le dieron una severa reprimenda.

En la celebración de La Noche de los Murciélagos, me encontré con ellos después de comer. Iban con una amabilidad muy natural de sus personalidades. Pero Nikolas, se mostraba demasiado tranquilo, esa tranquilidad era una fachada. Veía por su mirada que ocultaba algo.

No tengo el poder de leer la mente, más bien mi instinto me percibe algo extraño de él. Quería averiguar eso, ya me producía una mala espina. Aunque quería, no podía ir por sus padres quienes me entretenían con sus conversaciones. Que suerte que Fátima pudo descubrirlo, y resultó ser peor de lo que sospechaba.

Durante la reunión en la que Fátima nos contaba la verdad, hable de mis sospechas sobre él.

Me propuse ayudar a encontrar los cómplices que él tiene; con ellos descubiertos y las pruebas, poder llevarlos al consejo donde serán juzgados.

Fátima se encuentra mur preocupada por los mortales, principalmente por Jane. Es obvio, ya que son parejas. Si tuviera alguien de manera sentimental, estuviera en la misma condición.

De echo, me estoy preocupando por la seguridad de Ashley, ha estado abrumada desde que termino la reunión. Puedo entender que está asustada, le teme a los vampiros agresivos desde que el idiota de Nikolas intentó atacarla, o cuando sus cómplices intentaron hacer lo mismo.

Hoy voy a verla para nuestra clase de francés. Por suerte, me tiene confianza debido a las secciones de clases que hemos impartido juntas.

Me pongo una polera gris anchas, una falda negra larga y unos tenis del mismo color que la falda. Para el sol que está fuerte, me coloco protector solar, unas gafas oscuras y un sombrero de ala ancha.

Le envié un mensaje a Ashley avisando de mi llegada.

Me recibe su ama de llave quien me dice que ella se encuentra en su habitación.

Sé donde está, la mayoría de las clases impartidas eran en su casa, e incluso conocí a sus padres quienes son simpáticos.

En frente de su cuarto, toco la puerta.

-Ashley: ¿Quién es?

-Catalina: Soy yo, Catalina.

-Ashley: ¡Oh pasa! -Exclama con emoción.

Abre la puerta dejándome pasar. Tomamos asiento en el sillón que está colocado en un rincón del cuarto.

Durante la hora, se ha notado la intensidad que se desborda.

-Catalina: Bueno, estás mejorando poco a poco en los adverbios, te felicito. -Le digo luego de revisar la hoja de ejercicios que le encargue.

-Ashley: Gracias -Me da una débil sonrisa. Es muy notoria, así que me pongo directa con ella.

-Catalina: ¿Cómo te sientes?

-Ashley: No te miento, estoy un poco asustada. -Responde nervioso.

-Catalina: Escúchame -Le digo de manera suave y le tomo ambas manos de modo reconfortante. -Primero respira profundo, si, inhala y exhala. -Me hace caso. -Segundo, lo que Fátima nos contó, no fue para asustarnos, pero se entiende que lo estés, es más bien para que estemos alerta ante cualquier amenaza.

-Ashley: ¿Segura?

-Catalina: Si, trabajare con Calissa y Simon en investigar a los que están implicados. Todos es casa ayudaremos antes que suceda lo peor. Mientras tanto, si ves que estás en peligro, me das una llamada rápida, vendré por ti sin duda.

-Ashley: Gracias, se ve que te preocupas por mi. -Da una verdadera sonrisa entre lagrima.

-Catalina: es porque en realidad me importas.

Después de decir eso, ella me da un cálido abrazo que sin explicación me hace latir el corazón. Le correspondo el abrazo, mientras que le acaricio su melena rubia.

Entre sangre y rosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora