E U P H O R I A [Tokyo Revengers]

Capitulo 05: Los pacos

— Oe despierten po... —Me movieron ligeramente, abrí los ojos confundida.

Ver al Draken me hizo sonrojar y dudar de toda mi puta existencia.
Intenté moverme pero el peso del Mikey lo impidió. No se en que momento me había quedado dormida.

— Tení el sueño pesao. —Se rió el Draken moviendo mi pelo.

— Un poquito... —Le respondí frotando mis ojos.

— Ya culiao, levantate. —Le pegó un wate al Mikey.— Deja de hacerte el dormio.

— No quiero. —Dijo abrazándome más fuerte, logrando que me queje por la sorpresiva fuerza que usó.

— Se va a enfriar la comida. —Cantó tentandolo y más que rápido el otro pasó arriba mío para salir de mi pieza.— El weon poco cuidadoso, ¿estai bien?

— Si... —Me senté, estaba realmente cansada y hace tiempo que no tomaba una siesta en las tardes.

— Ya vamos. —Se levantó y me extendió la mano, se la recibí y fuimos así mismo al living.

El Mikey ya estaba sentado con un arrollado primavera atravesao en todo el hocico mientras el Mitsuya lo miraba indignado sacando la comida de las bolsas.
Me senté frente a el, junto a mi el Mitsuya y al lado del Mikey se acomodó el Draken.
Estaba en shock, habían comprado arroz, pollo mongoliano, empanadas, papas fritas, wantanes, arrollados, fideos y dos bebidas de tres litros.
¿Que wea iban a alimentar un ejército?

— La chinita se enamoró de este weón y nos regaló otra porción de wantanes. —Contó el Draken comiendose uno.

— Son las cuatro cejas. —Dijo el Mikey.

— Celoso porque a vo no te dan ni la hora. —El Mitsuya puso salsas de soya en unos platitos chicos.— No se donde están los vasos mi niña, no me quise meter en los muebles.

— Yo traigo. —Me paré y fui a buscar cuatro vasos.

Aproveché de sacar platos grandes también a lo que ellos agradecieron para empezar a servirse de todo un poco.

— ¿Y por qué vinimos a tu casa? ¿Tenemos algo que hablar? —Preguntó el Mikey cuando me senté otra vez.

— No weon, yo quería estar con ella y se me colaron los dos. —Le respondió el Draken sirviendo bebida.— Y me debí diez lucas por la comida.

— No tengo plata.

— Me transferí entonce.

— Como eri Kenchin culiao pelón. —Se quejó sacando su teléfono.

— Yo vine porque vamos a dejar listo el outfit para la fiesta de la otra semana.

— Uyy, osea que nos vai a modelar. —El Mikey se acomodó mejor en la silla subiendo y bajando sus cejas.