Capitulo 16: Libertad

236 22 6
                                    

Haruki Hayashida era el ejemplo más grande de la vida delincuente.

Carreras clandestinas, casinos, fiestas todos los días de la semana, peleas callejeras, ajustes de cuentas, drogas, armas y viajes a cualquier parte del mundo eran lo más común para él.

Nació en una familia acomodada, heredero de una gran fortuna pero aún así el amor por la calle y la pelea fueron mayores.
Odiaba estudiar, odiaba el protocolo que debía seguir y odiaba a la gente adinerada con la que se rodeaba su familia.

Con un carácter fuerte y hostil se hizo muy popular en el colegio mientras se dedicaba a demostrar su fuerza a cualquiera que intentara pasarse de confianza con él. Se hizo de una mala fama rápido y eso fue suficiente para llamar la atención de sus amigos con los cuales creció y formó una pandilla.

Esa era la vida que siempre quiso.
Una vida donde no le importara morir por sus amigos o por las personas que quisiera.

Sin embargo su poca capacidad de analizar las situaciones y actuar por impulso muchas veces le trajo problemas de los que siempre lograba salir con ayuda de sus padres.

Pero ahora estaba solo.
Hasta que no cumpliera dieciocho años sus padres le habían quitado todos sus privilegios con la intención de que pudiera cambiar su estilo de vida y prefiriera estudiar para seguir con el negocio familiar así que mientras la celda se cerraba frente a sus ojos sintió que la había cagado hasta el fondo como nunca antes.

Los recuerdos se hicieron borrosos en su cabeza.
Sabía que hubo una pelea con Moebius quienes fueron derrotados por ellos, ya no eran unos niños jugando a defenderse mutuamente y a sus territorios.

Ahora las cosas iban enserio.
Sentía toda su cara hinchada, no sabía si por los golpes que recibió o por lo mucho que había llorado en el día.

Cuando iba del liceo a su casa y recibió la imagen de su prima destrozada todo su mundo se fue de cabeza.
Los videos tortuosos de como usaban a sus familiares como forma de demostrar el poder que tenían llegando sin parar a su teléfono terminaron volviéndolo loco.
El mensaje en el que lo citaban para no matarla era mucho mas claro cuando lo analizó tras las rejas, siempre fue el plan de ellos que las cosas terminaran así.

Llegar y que la pareja de su prima pareciera traumatizado por las aberraciones qué hicieron y por como lo obligaron a ver definitivamente iban a dejar grandes secuelas y cuando se armó la primera pelea al llegar él al lugar le dispararon como si no fuera nada.

Cuando se los llevaron en la ambulancia no fue capaz de conectar un solo pensamiento con claridad, vagó por las calles indeciso sobre que hacer hasta que la gran idea pareció ser la mejor solución.
Matar al responsable de todo.

Durante la pelea se dejó llevar por la ira y rompió una ley importante en las peleas callejeras, la que cualquier hombre respetaría si tuviera honor.
Uso un arma para apuñalar al líder de Moebius, no lo hizo solo una vez.

No paró hasta que alguno de sus compañeros lo sacó de ahí cubierto de sangre.

— ¿Erí consciente de lo que hiciste? —El paco que estaba frente a su celda parecía divertido.— El primero en caer de la Toman con todo en contra pa quear preso... —Se pegó a los barrotes para reírse con burla en su cara.

Pero no había provocación que logrará volver a activar su mente.

¿Que harían sus padres cuando supieran lo que hizo?
¿Su prima estaba viva?
¿Y la pareja de su prima?
¿Sus amigos iban a perdonarlo por la forma en que actuó?

— Mataste a un weon y quizás si hablai algo sobre tu grupito el juez pueda hacer malabares pa soltarte antes po, ¿que me decí?

E U P H O R I A [Tokyo Revengers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora