Capitulo V - ¿Fue mi culpa?

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Mi reloj de muñeca marcaba las 17:00, ya era demasiado tarde para mí y aún estamos trapeando el piso, después de todo, la ayuda de los chicos, sirvió. En el colegio que estudio es una Unidad, por lo cual es pre-escolar, escuela y colegio, lamentablemente la cancha que estábamos limpiando la utilizando todos, cuando llegamos esto era horrible.

Sentí lastima por el conserje que tenía que limpiar este desastre casi a diario, pero hoy, más lastima daba yo misma, no solo tenía la cara de cansada, sino que también mi ropa lo está, estoy tan sudada, que tengo algunos cabellos pegados a mi rostro, lo que quedaba de la cola de caballo que me había hecho al principio, estaba caída que llegaba mi nuca, la blusa la tenía por fuera del calentador de física, en mis manos tenía un trapeador, de hecho todas las chicas teníamos uno, pues los chicos eran los que traían el agua una y otra vez, todos estábamos cansados.

Mia como siempre me dejo con la intriga de saber a cuál chico se refería, me dijo – hoy en la noche te explico todo – solo espero que así sea, porque aún está nerviosa, se le nota, no deja de ver hacia todos lados como si buscara algo...

Tenía que estar en casa a las 18:00, mamá no podía saber de mi castigo, no quería darle otro motivo por el cual reprocharme, de seguro me castigaba, y los de ella, son peor.

Cuando estábamos en Brasil, visitando a la familia de papá, yo tenía 11 años, en ese entonces ya vivíamos en Seattle, conocía Brasil, ya había vivido allí, una tarde, con mi hermano y los primos fuimos a la playa, en total éramos 8 primos, yo era una de las menores, a mí me encantaba jugar en la arena y me quede allí, junto a mi prima, se llama Elizabeth, ella tenía 9 años, era amable, siempre me prestaba sus juguetes, su piel era blanca, su cabello era rubio y le llegaba a la cintura, tenía los ojos azules y traía un traje de baño del mismo color, el cual hacia que sus ojos resalten, bonita ¿verdad?, ella no conocía muy bien Brasil, había venido un par de veces antes, pero era más pequeña, por lo cual decidimos quedarnos en la orilla, haciendo castillos de arena con sus juguetes, los demás se metieron a la playa. Nunca olvidare ese día, nunca olvidare sus palabras...

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INICIO DE FLASHBACK

- Tengo sed – dijo Elizabeth, antes de que pudiera decir algo, se levantó – ya vuelvo, iré a buscar agua - y se fue

- espera Eli, te acompaño – dije mientras me levantaba y la seguía

- No, tú cuida las cosas, ya vuelvo – gritaba mientras caminaba más rápido, ¿a dónde iba? Ella no conoce la playa,

- No, espera, te perderás, Eli espera, por favor – grite lo más que pude, pero no me escucho, ya se encontraba lejos, visiblemente era del tamaño de una hormiga, tenía que hacer algo, Elizabeth no conoce esta playa, así que volví donde estaban los juguetes, me agache y empecé a guardar todo en la bolsa, no podía ir detrás de ella, y dejar esto aquí tirado, si se los robaban, Eli nunca me lo perdonaría, ella amaba sus juguetes, termine de guardar todo, y me encamine por la dirección en la que ella se fue

¿Mi error?, no le avise a los demás

Ya lleva tiempo buscando a Eli, no la hallaba, tenía miedo, era mi culpa, se estaba haciendo tarde y nada, ni rastros de ella, empecé a gritar...

- Elizabeth, Elizabeth, Elizabeth!! – gritaba lo más que podía, tenía miedo, muchos miedo – donde estas Elizabeth!! – no sabía que más hacer, ya le había preguntado a varias personas si la habían visto, pero nada, por más que la describía, nadie me daba respuesta

Mis pies dolían, mi garganta ardía de tanto gritar y nada, estaba anocheciendo, ya estaba muy alejada de los demás, lagrimas empezaron a caer por mis mejillas, tenía miedo de que por mi culpa le hubiese pasado algo...

¡LOCOS POR AMOR, LOCOS POR LOS BESOS! ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora