Capitulo XII - ¡Facebook!

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Toda la alegría que teníamos se fue por un tubo al verlo ahí parado frente a nosotras.

Mala suerte, eso era lo que últimamente tenia y todo por culpa de él...

- ¿A dónde creen que van? - pregunto irónico, sabía perfectamente que estábamos huyendo

- Iremos a comprar tampones, ¿quieres venir? - pregunto Mía alzando una ceja y él hizo una mueca, sus palabras me hicieron sonreír, siempre sabía que decir

- Sé muy bien de donde vienen - dijo mientras se acercaba a nosotras - huyen de la escena del crimen - dijo sonriendo llegando hasta nosotras - ¿saben que les puede llegar a pasar? si la directora... o Franco se enteran de esto - sonreía, quería golpear su rostro, para que su sonrisa desapareciera - están en problemas pequeñas - dijo cruzándose se brazos

- Pequeño, lo que tienes entre las piernas - dijo Mía sonriendo, él achino sus ojos, toma eso idiota, sonreí, Mía me agarro de la mano y me jalo para empezar a caminar pero la mano del idiota sujetaba mi brazo

- Pero ¿qué? - espeté - ¡suéltame! - grite, no lo hizo, más bien volvió a sonreír, Mía trato de ayudarme, jalándome más, pero eso solo hizo que él apretara más su agarre

- ¿Qué quieres? - pregunto Mía, ya enojada - no nos importa si nos delatas - dijo caminando hacia él

- Saben - dijo soltándome, mi mano fue directo a mi brazo, donde me había agarrado, dolía - tuve curiosidad - dijo cruzándose de brazos - así que fui hasta secretaria y después de tener un bonita charla con la sexy secretaria - rodee los ojos - me dejo ver unos archivos y adivinen que - dijo riendo - descubrí que Emma jamás había faltado a clases, y hoy faltaste a la ultima hora, que mal, tu perfecto archivo - hizo una mueca - ya no es tan perfecto y que tú - dijo señalando a Mia - tienes un largo expediente de unos cuantos problemitas, seguro te tienen en la mira, ¿no es así? después le pregunte a la sexy secretaria, por las normas del colegio y adivinen cual es el castigo para las niñas que se metan al baño de los hombres, o no... espera, fueron las duchas - dijo riendo más fuerte - están en serios problemas - negó con la cabeza

- Imbécil, metete en tus propios asuntos - dijo Mia entre dientes

- ¡Ya! - grite - dinos que es lo que quieres, idiota - dije, ya estaba cansada de encontrármelo siempre, cansada de sus palabras, de su sarcasmo, su ironía, de todo.

- A eso iba - dijo sonriendo y caminando hacia mí - quiero algo - ¡genial! ¿ahora qué? Esto, era mi culpa yo deje que sospechara de nosotras, seguramente estuvo esperando en la salida por nosotras - te quiero a ti - dijo señalándome, yo fruncí el ceño

- ¿Disculpa? - pregunte frunciendo el ceño y retrocedí unos pasos

- Una cita - dijo caminando hacia mí pero Mia lo interrumpió y se colocó en medio de nosotros

- Deja ver si entendí - dice Mia alzando las manos como siempre - la única manera de que no vayas y cuentes todo, hecho el sapo... es que Emma acepte ir a una cita contigo - él sonrió y asintió, espera ¿Qué ha dicho? No, no y no, eso jamás

- Eso jamás pasara - digo caminando lejos de ellos, me volteo - ve y dile a quien quieras lo que "sabes" - dije poniendo comillas con mis manos en la última palabra y él se sorprende, Ja! No esperaba esa respuesta - no me interesa - ¿Qué cree? Que no chantajeara así... Ja! No me conoce...

- ¡Eso! - dice Mia señalándome - lo que Emma dijo - dice y camina hacia mí, cruza su brazo con el mío y voltea hacia el idiota - Haz lo que quieras - se voltea hacia mí - vámonos Emma - dice jalándome y yo camino junto con ella

¡LOCOS POR AMOR, LOCOS POR LOS BESOS! ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora