¡LOCOS POR AMOR, LOCOS POR LOS BESOS! ©

Capitulo XXXVIII - ¿Esto fue un sueño?

Ayer no pude actualizar como quería porque me quede sin Internet, pero bueno ya paso.

Y llegamos aquí, ¿están listos?

DISFRUTEN LEYENDO :)

Mis ojos se abren y sonrío al ver lo que veo, está dormido... justo al frente de mí, su pecho desnudo sube y baja por su respiración, ¡Cristo, este hombre es demasiado para mí!

No puedo evitar alzar mi mano y con un dedo voy tocando su rostro, esto se siente bien... me siento bien.

Minutos después sonríe y yo sonrío, está despierto.

- No pares – dice con su voz ronca, no me había dado cuenta que lo había hecho, así que continuo... él no abre sus ojos – Te amo – susurra y yo sonrío, me acerco a él y abre sus ojos – yo también – digo y le doy un beso rápido antes de levantarme, camino con la sabana, cubriendo mi cuerpo, llego al baño, cuando llego allí, me veo en el espejo no puedo evitar sonreír... me siento diferente.

Cepillo mis dientes, me meto a la ducha, el agua fría cae en mí y disfruto la sensación, la necesito para calmar un poco mi dolor, es normal ¿no? había escuchado sobre eso...

Unos minutos después, siento unas manos rodear a mi cintura, no puedo evitar dar un salto por el pequeño susto, reconozco su aroma, sonrío y me volteo

- ¿Puedo bañarme contigo? – pregunta y alzo una ceja

- Solo, si prometes que no realmente nos bañaremos – digo y el ríe

- No me la pongas difícil – dice besando mi hombro y sonrío, alza su rostro hasta llegar a centímetro del mío, me besa y yo encantada le sigo el beso, pueden ya imaginarse lo que paso... no cumplió su promesa.

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Estábamos desayunando en el pequeño jardín, Daniel había hecho el desayuno, yo no me inmute, él realmente cocina exquisito, me cuenta que tiene que coger doble turno, por ayer y hoy, cuando le pregunto de su madre, me dice que se fue a casa de una tía, a pasar unos días, también me cuenta que el "asunto con su hermano" ya está resuelto, decidí no preguntar más sobre eso, para no incomodarlo. Lo que si no pude evitar es preguntar por su verdadero nombre, se llama "Ronald" no Roberto como dijo aquella noche.

Le cuento lo que sucedió con mi padre, no paro de reír y disculparse por haber olvidado ocultar la escalera, pero no le di mucha importancia.

Hablamos también de los chicos, de las parejas para ser más específica, también se ha dado cuenta lo de "Ángel y Mika", estuvo de acuerdo conmigo cuando le dije que ellos necesitaban un empujón.

Cuando le pregunte a donde había ido con Thomas el otro día, solo me dijo que era una sorpresa y no podía decir nada de eso.

Hablamos más, fue un desayuno agradable, adoraba que pudiera hablar con él, de la manera tan natural... adoraba poder ser yo misma con él.

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Llegue a casa de Mia pasada las diez de la mañana, Daniel me fue a dejar y después partió para su trabajo, para cuando llegue los padres de Mia ya se habían ido y no habían sospechado de nada, cuando llegue a la cocina Mia me bombardeo de preguntas mientras se preparó su desayuno, al parecer se había levantado hace poco, le conté todo, bueno no exactamente con pelos y detalles porque era obvio que ella sabía más de ese tema que yo, pero si le conté la mayoría, estaba muy feliz, no dejaba de mover esos brazos de alegría, algo que siempre la caracterizaba.