Mi hermano estaba detrás de mí, mirando por la misma ventana que yo, si se daba cuenta que a quien miraba era al idiota, iba a comenzar con sus preguntas, así que decidí cambiar el tema.
- Nada, ¿qué haces despierto? – mire al reloj de pared que estaba en la cocina – a las 5:51 am – cruce mis brazos en mi pecho
- Lo mismo te iba a preguntar, soy de la marina, tengo una gran oído hermanita, escuche unos pasos
- Yo solo baje por agua – camine hacia el refrigerador, lo abrí y tome una jarra de agua helada
- ¿Otro? – pregunto sarcásticamente, mi hermano tenía en su mano, mi vaso, el que ocupe hace poco, y aun con agua
- Sip, otro – sonreí – necesitaba agua helada – dije mientras tome el vaso de sus manos, arroje el agua, no iba a tomar esa agua donde había escupido prácticamente y lo llene con agua helada
- Bueno, ahora si dime a quien mirabas – volteo otra vez hacia la ventana, pero de seguro el idiota, ya no estaba – no creas que lo olvide – bebí mi agua, tenía que decir algo antes que siguiera preguntando – piensa rápido -
- El amanecer, por cierto hoy saldré con Mía – cambie de tema rápidamente, mi hermano volteo sorprendido,
- ¿Con Mía? – BINGO!!! Por fin – si, a la pizzería, para ponernos al día con el chisme ¿quieres ir? –
- Me gustaría, pero no puedo, hoy saldré con mamá hacer las comprar – dijo un poco desanimado – ¿has pedido permiso? – ¿eh? Permiso
- No aun no, ojala y mamá me deje – me había olvidado de eso, mamá seguro no me iba a dejar – no te preocupes, ve mientras mamá y yo hacemos las comprar, la llevare a comer, tendrás tiempo – ¡GENIAL! salte encima de él y lo abrace – gracias hermanito te quiero – mi hermano también me abrazo – yo también, pero debes hacer las tareas antes de irte y no tarde mucho, yo he de regresar a las 15 horas y tú ya debes estar aquí, ¿entendido? – reí, me separe de él – ¿15 horas? sonaste a papá – hizo una mueca, sonreí – pero está bien, aquí estaré – sonreí otra vez, voltee y camine hacia la puerta de la cocina
- No tan rápido hermanita, ven aquí – voltee – me ayudaras con el desayuno – apunto al reloj, marcaba ya las 6:05 am – como diga capitán – puse mi mano en mi frente como hacen ellos a sus superiores y mi hermano y yo reímos...
Empezamos hacer el desayuno, para las 6:30 am ya estaba listo, huevos revueltos, pan tostado, mermelada, queso y jugo de naranja natural, había suficiente para los cuatro, estábamos terminando de servir la mesa y escuche unos pasos en las escaleras, era papá, conocía sus pasos – Buenos días, mis niños – mi hermano y yo reímos – que dije de malo, aun son mis niños ¿no? – Dijo papá entre risas, abrazo a mi hermano y luego a mí, me dio un beso en la frente – como amaneciste princesa – papá siempre fue así, cariñoso conmigo, cuando era niña, solía reprenderme cuando lo merecía pero siempre fue con cariño, así era siempre, él salía por la mañana y regresaba por la noche, casi no lo veía, incluso un Sábado, trabajo, el único día libre que tenía era Domingo – bien, papá ¿y tú? – pregunte mientras hacia su silla hacia atrás para que se sentara, él se lo merecía – bien, princesa, Wuoo, ¿ustedes prepararon todo esto? – Mi hermano y yo asentimos sonriendo – pues tomen asiento, desayunen conmigo, mamá bajara pronto – y mi hermano y yo nos sentamos, empezamos a desayunar, conversamos del trabajo de papá y luego de mi hermano, él no iba a estar por mucho tiempo se regresaba el lunes y la tristeza me invadió, así concluía sus días de descanso, era una lástima, no quería que se fuera, todo era diferente cuando él estaba
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¡LOCOS POR AMOR, LOCOS POR LOS BESOS! ©
Romance- Sé muchos idiomas - dije cruzándome de brazos - En serio? - dijo él en tono sarcástico y con el ceño fruncido - Si - dije con seguridad Él se acerco un poco más hasta llegar a mi oído - me tensé - y me susurró - Te falta uno - levantó su mano toc...