Las vueltas que da la vida son muchas, ¿Verdad?
Bella Park jamás contó con que su vida se viese afectada de buena forma por un chico con ojos de cervatillo, quién se convirtió en su confidente ideal.
Por su parte, Jeon Jungkook creyó que aquella jov...
—¡Bella!—Escuché la voz de Jungkook desde el primer piso de mi casa.
Me miré al espejo una última vez para asegurarme de que mi apariencia estuviese bien. Ya tenía cinco meses de embarazo y todo iba relativamente bien. Mi canción era un éxito en las listas a pesar de haberla lanzado hace ya tres meses.
Jack se fue del país hace dos semanas, ni siquiera fue capaz de avisar o despedirse, solo se fue. Siento que ya habia vivido esto antes y era una prueba para saber cómo reaccionar. No sentí nada, no lloré, no empecé a odiarlo; nada.
Se sentía raro pues tenía un gran cariño por Jack, pero me di cuenta que mis emociones habían cambiado con respecto a la misma situación de antes, simplemente crecí y madure con respecto al abandono de las personas.
—¡Belly! ¿¡Que tanto demoras!?—Salí de mi ensoñamiento al escuchar nuevamente a Jungkook.
Hoy sabríamos el sexo de mi bebé.
Realmente anhelaba que fuese una niña, ese era mi sueño, siempre lo había sido.
Jungkook y yo habíamos empezado a vivir juntos desde hace dos meses, decidió que no quería dejarme sola otra vez. Yo tampoco queria separarme de el aunque se sintiese extraño pues aún no éramos pareja; ni siquiera habíamos hablado sobre la posibilidad que existía de estar juntos. Yo sé que los demás piensan que estamos tardando demasiado en hacerlo pero, el miedo me carcome de tan solo pensar que él también se irá.
—¿Está todo bien? Hace unos meses ya dejaste de vomitar, ¿Volviste a hacerlo?—Preguntó preocupado.
—No, estoy bien.—Le sonreí mientras el tomaba mi mano para ayudarme a bajar el último escalón.—Gracias por todo esto, Jungkook.
—No tienes que agradecer, Belly. Lo hago porque te amo y porque amo a esa pequeña falena que está ahí.
—¿Aún sigues ilusionado con que será niña?
—Lo será, yo lo sé.—Su sonrisa de conejo me hacía sentir llena.
—Llegaremos tarde, vámonos ¿Si?—Él asintió y salimos de la casa tomados de la mano.
No estoy preparada para ver esto.
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San Diego, California.
Había llegado hacia tan solo dos semanas y no perdía las costumbres que tenía en Corea. Me sentía un imbécil por haberme ido sin avisar pero realmente no necesitaba una despedida para luego arrepentirme de irme.
Necesitaba olvidar a Bella, pues yo sabía que ella estaba demasiado enamorada de Jungkook; pero no podía negar que el remordimiento me estaba matando por haber dejado a mi futura hija atrás como si de una etapa se tratase. Tenía miedo que Jeon sirviese como mi remplazo, tenía que atenerme a ello si el bebé es registrado con el apellido de aquel imbécil.
