014- Open Arms.

13 1 2
                                    

Estaba decidida a seguir con mi vida, Namjoon no definía mi capacidad de seguir o no. Ahora sería el ejemplo de un pequeño ser y debía mostrarme fuerte así sintiese que no lo era.

Jungkook llegó a mi casa, como era de esperarse, en cinco minutos. No me daba nervios que el lo supiera, al fin y al cabo se supone que estábamos volviendo a ser lo de antes, amigos.

—¿Dónde está?—Escuché su voz preguntarle a Anny donde me encontraba.

—Cocina.—Dijo ella mientras se cruzaba de brazos.

Sus pasos firmes, fuertes eran como un fantasma que te perseguía hasta la eternidad.

—¿Es verdad? ¿Estás embarazada?—Espetó apenas entró a la cocina.

—¿Creías que era mentira?—Lo enfrenté.

—Yo, no...—Dudó. Luego se acercó y me abrazó fuertemente.

¿Me acerque demasiado? ¿Casi veo lo que está realmente adentro? Jungkook es incondicional.

—No hay porque temer...—Murmuró en mi oído.

Apreté mis ojos aguantandome las lágrimas pues me dolía, demasiado. Quizás aún no estaba preparada para ser madre, pero iba a dar lo mejor de mi y quizás, solo quizás, lo haría bien.

A veces me encuentro perdida en mis propios pensamientos, navegando entre el deseo y el miedo, en una batalla interna que parece no tener fin. El deseo de ser madre se entrelaza con el miedo que habita en lo más profundo de mi ser.

El miedo a ser madre no es solo el miedo a lo desconocido, sino también el miedo a perderme a mí misma en el proceso. ¿Seré capaz de mantener mi identidad propia mientras cuido de otro ser humano? ¿Podré equilibrar mis sueños y aspiraciones con las necesidades de mi hijo?

El miedo también se alimenta de la incertidumbre, de las preguntas sin respuesta que acechan en mi mente. ¿Seré una buena madre? ¿Podré brindarle a mi hijo todo lo que necesita para crecer feliz y sano? ¿Podré protegerlo del mundo exterior, tan lleno de peligros y desafíos?

Y luego está el miedo al dolor, tanto físico como emocional. El miedo al parto, a las complicaciones, a las responsabilidades abrumadoras que conlleva la maternidad. El miedo a no estar a la altura, a cometer errores irreparables, a no poder proteger a mi hijo de todo lo malo que pueda sucederle.

Pero a pesar de todo este miedo, también hay un destello de esperanza, de amor incondicional que se filtra a través de las grietas de mi corazón. Porque, al final del día, sé que el deseo de ser madre supera cualquier miedo que pueda existir. Y aunque el camino pueda ser difícil y lleno de obstáculos, estoy dispuesta a enfrentarlo todo por el amor que siento por ese pequeño ser que aún no ha llegado a este mundo. Porque sé que, aunque el miedo pueda estar presente, el amor siempre será más fuerte.

Más fuerte que cualquier barrera que nos separe, más fuerte que cualquier persona que intente separarnos.

A veces siento que no hablo de mi hijo cuando me refiero a que el amor incondicional será más fuerte que cualquier cosa. Estoy segura de que pienso en otra persona cuando se trata de ser leal, fiel e incondicionalmente amoroso, ¿Por qué la palabra tomaba sentido cada que Jungkook estaba cerca?

Amar incondicionalmente es como un viaje sin mapa ni destino fijo. Es sumergirse en un océano de emociones, donde cada ola es una oportunidad para demostrar la fuerza del corazón. Me sumerjo en este océano sin miedo, dispuesta a dejarme llevar por la corriente del amor puro y sin condiciones. No importa si el camino se vuelve escarpado o difícil de transitar, porque mi amor es como un faro que ilumina incluso en las noches más oscuras. En cada latido de mi corazón, encuentro la certeza de que amar incondicionalmente es la esencia misma de la existencia. Existencia que a veces no estamos dispuestos para compartir, misma que no estamos hechos para vivir, a veces solo se necesita un despertar para darse cuenta de que estamos hechos para estar siempre juntos a otra persona y que el destino hará todo para que lo estemos, pero a veces el destino es cruel como la vida misma.

Unconditionally | Jungkook FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora