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Ya era de día, todo en la mansión daban vuelta y vueltas arreglando lo necesario para la boda. Desde muy tempranito se habían levantado para terminar de acomodar algunos arreglos, ya que faltaban varios.

Jin se había levantado también, no le gustaba mucho como habían quedado algunas cosas, y platicando con su hijo entendió el por qué algunas cosas no encajaban.

A pesar de que había algunos diseñadores muy famosos para que decorarán el jardín y otro para la decoración del salón. Se había exigido que alguien de la familia jeon decorara la sala y las habitaciones disponibles que se usarán para la fiesta.

-por favor, los arreglos que están en la entrada pueden llevarlos al jardín y acomodarlo en la mesa donde irá el pastel- ordenó a un par de betas, quienes asintieron.

En la entrada de la mansión habían puesto un decorado de flores que no iban en ese lugar, no combinaban en nada con la puerta y las decoraciones aue se le estaba colocando a la entrada donde estaba la fuente principal.

Jin se había encargado de arreglar las cosas que no estaban bien, o eso hacia hasta que se topó con una Omega de ya una edad un poco mayor que él.

-¡¿Quién ordeno que movieran los adornos de su lugar?! - le reclamaba a sus sirvientes, jeon hana estaba de pie en las escaleras reclamando por nada.

-fui yo, ¿Algún problema? - hablo parándose derecho y con la frente en alto, el había dado la orden y no dejaría que una Omega que se creía la gran cosa le faltará el respeto a las personas que ayudaban en casa.

Hana solo lo miro de pies a cabeza, sin duda se notaba la diferencia. Jin iba vestido con la tela más cara que podía existir, las joyas que llevaba era de total calidad y originalidad. Su cabello era natural y su cuerpo escultural, simplemente perfecto.

A pesar de que ella vestía la mejor tela también, utilizaba joyas igual de costosas y a pesar de su cuerpo. A un sabiendo que se lo había operado y puesto silicona en algunos lugares, no importaba lo bella que era. Kim seok jin siempre le iba a ganar en todo, no importaba que.

Seok jin había nacido en cuna de oro, fue atendido, educado y estado con las mejores personas más profesionales. Su ropa era siempre de la o el mejor diseñador de cualquier marca, siempre exclusiva. Sus zapatos siempre eran a su medida y las joyas eran supervisadas de que fueran de la mejor piedra de oro o zafiro que existiera.

Se junto con un alfa igual de millonario, donde juntando sus fortunas hacían una muy grande, no tanto como la que ahora portaba su hijo. Pero tan grande para vivir lleno de los mejores lujos que puedan existir, incluso a pesar de tanto que tiene el siempre prefiere las cosas sencillas.

Ella por lo contrario, nació en una familia de obreros, se radicó en escuelas públicas, su ropa era regalada o en puestos de ropa en la calle. Eso a pesar de que poco después conoció a jeon hinsuk, y con tuvo los lujos que ahora tiene.

-¿Quién te dio el derecho de dar órdenes en mi casa? -bajo las escaleras como si ella fue lo más importante ahí.

-Jungkook, el me dio el derecho de arreglas las cosas que no estaban en su sitio correcto.- jin la miró con poder- por qué al parecer a la que le correspondía, no tiene buen gusto.

-Estas insinuando que no puedo decorar con clase- se sintió ofendida, ella sabía que las flores se miraban bien ahí. Por lo menos lo aprendió de la última boda que fue.

-si, al parecer no has cambiado en nada.-camino hacia ella con elegancia hacia ella, sus tacones eran altos pero faciles de manejar y eso lo hacía ver mejor- Me doy cuenta que el dinero no te ha servido de nada, por qué no sabes ni acomodar los arreglos adecuadamente. Cuando eso es claramente lo básico que una Omega con clase debe saber, incluso alguien de bajo recurso sabe acomodar unos arreglos.

" EL OMEGA DEL CEO" (Omegaverse) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora