Crisis
LILA
—¡Mamá Diane no me devuelve a Leo!— habló por lo alto.
Soy una pequeña niña de solo cinco años.
Mi voz suena chillona pero también es un poco dulce.
Mamá está sentada junto con papá y la tía Julieta en la mesa del patio.
—Inés regrésale a Leo a Elena.— le tomó la atención la tía Julieta.
—Si mamá.— me regreso Diane mi león de peluche con la cabeza baja.
—¿Jugamos a las atrapadas?— preguntó Fernán al lado mío.
Mamá y la tía Julieta son mejores amigas desde la secundaria. Son como hermanas aunque sean hijas únicas en realidad.
Escuche a mamá decir alguna vez que ella desapareció por tres años, cuando regresó, los mellizos ya tenían dos años de edad. Además de haber conseguido una fortuna al procrear descendencia con el hombre que es padre biológico de Diane y Fernán.
Desde entonces tía Julieta es como una segunda madre para mí.
Una madre cariñosa, soltera, independiente, adinerada y altanera.
—¡Las traes!— tocó a Fernán en el hombro para después agarrar impulso para correr.
Mi cigarro se acaba.
Lo aplasto en el cenicero que está al lado mío.
Me encuentro en el jardín, al lado de donde estacionamos los vehículos.
Sacó otro cigarrillo y lo prendió.
—Fernán hablo en serio— le dijo enojada—, ¿donde están las chicas?— me cruzo de brazos.
Traigo puesto mi uniforme de la preparatoria igual que él que se encuentra frente mío.
Siempre he usado el uniforme masculino desde que ingresé a la preparatoria. Mi cabello se encuentra en su color natural y se encuentra largo en una coleta alta.
Fernán tiene el cabello largo hasta los hombros en un corte en capas. Sus ojos brillan más de lo habitual con sus anteojos.
—No te preocupes— me dice sonríe—, ¡te va encantar!— grito emocionado.
No entiendo nada de lo que dice.
—Paquete para Lila Elena Valencia.— escuchó la voz de Anastasia atrás mío.
Su cabello es rubio y ondulado, le queda a mitad de la espalda, sus ojos son color avellana, siempre trae aros en las orejas y en su cuello tres collares de oro. Mide un metro con setenta y cinco, está vistiendo el uniforme femenino.
—La elegimos los cuatro juntos, la vas a amar.— habló Tatiana al lado de su hermana.
Su cabello es igual al de su gemela pero es corto y le llega al cuello, al contrario de Anastasia sus ojos son azules. Mide cinco centímetros menos que su hermana. En su espalda se encuentra un estuche de guitarra.
Me quedo perpleja.
—No te quedes en trance Elena.— me dice Diane llegando al lado mío.
Tatiana se descuelga el estuche para entregármelo.
Me siento en la sala y empiezo a abrir el estuche.
Mis amigos se sientan alrededor mío para observar.
Veo el contenido detenidamente.
Es una guitarra eléctrica negra y un dragón asiatico que se encuentra rodeado sobre su propio aliento de fuego se encuentra adornando la parte baja de ella.
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Pequeña Mikko// Gl (Terminada)
Teen FictionLila Valencia solo quiere vivir en paz, pero salvar a alguien de morir por asuntos turbios no fue su mejor decisión. Su sentido de identidad jugó en su contra ese día y desde entonces está huyendo del peligro que la persigue, por meterse en donde no...