XVII

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¿Merezco amar de nuevo?

MORGANA

Han pasado quince días desde que está en coma.

Desde que Lila se desvaneció casi por completo en mis brazos.

No he ido a clases y no he sido lo suficientemente fuerte como para contarle a Diane lo que sucede.

Lo que sucede con Lila.

Me quedo la mayoría del tiempo llorando a su lado.

—Morgana, es hora— aparece Arthur en el marco de la puerta.

Lo veo cansada. Acostada al lado de Lila.

—No quiero apartarme de ella.— no me muevo de su lado.

—Ya lo hablamos pequeña. Tengo que cambiar los vendajes— me mira triste—, las de ambas.

Volteo a verme la pierna. La mayoría del tiempo lo olvido.

—¿Puedo quedarme?

—Ahg, ok.

Me vuelve a dejar sola con ella.

Me siento en la orilla de la cama.

La habitación de Lila huele a cigarrillos pero también a flores gracias a las que traigo cada cierto tiempo.

Empiezan a amontonarse en un rincón marchitas y sin vida.

—Vamos a cambiarte ese vendaje.— vuelve a aparecer con las cosas necesarias para hacerlo.

Me siento en el sillón que se encuentra en la habitación para darle mejor acceso a mi pierna.

—Vamos a ver como sigue— quita el vendaje viejo—, ya casi se cura por completo.— me limpia y pone un vendaje nuevo.

Veo como se levanta y se acerca a ella.

La primera herida que revisa es la que se encuentra al costado de su abdomen.

Notó las puntadas y que la cicatrización ha avanzado de manera correcta.

Sonrío inconscientemente.

—¿En serio eso te pone feliz?— escucho una voz dulce y traviesa.

Volteo a mi alrededor buscando el proveniente de esa voz.

Me tallo los ojos.

«Creo que es mi imaginación».

—¿Una simple humana hace que sufras así?— la escucho de nuevo al lado de mi.

Encuentro a la dueña de la voz.

«Morgan».

Está sentada en el suelo apoyando la cabeza en sus manos.

Hace años que ella no había vuelto a aparecer y ingenuamente pensé que se había esfumado de mi vida para siempre.

—¿Y quién es?— voltea a verme divertida.

Morgan, es una versión alternativa de mi. La más arrogante y la que más desprecia a los humanos para ser más específica.

Pertenece a una realidad donde Marcus nunca llegó a salvarla y Arthur desafortunadamente murió. Cuando viene a visitarme soy la única que puede verla.

—No te importa.— susurró cansada.

—¿Qué sucede Morgana?— me pregunta Arthur de espaldas.

—Morgan apareció.

—Pensé que no volvería a visitarnos.

—Yo igual.

—Sabes que los escucho.— dice Morgan enojada.

Pequeña Mikko// Gl (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora