Pequeña Mikko// Gl (Terminada)

XXIII

Nochebuena (parte 1)

MORGANA

¡Hoy es la cena y estoy tan nerviosa!

«¿Julieta será tan enérgica como Fernán o será la versión original de Diane?»

«No lo sé y eso es lo que me da tanto miedo...»

—Tranquila, todo va a salir bien.— me tomó de la mano.

«Pero saben que es lo que me da más miedo, ¡qué estoy en su puerta!»

—No lo se, ¿si mejor espero a Arthur y te alcanzamos luego?

—Morgana ella no muerde.

—¡Pues claro que no lo sabes eres como su hija!, ¡qué tal si es peor de la primera vez que me encontré con Diane!

—¿Qué hizo Diane?

«¡Ahora es ella la que está enojada!»

—Nada.

—Morgana.

—Solo me insultó.— rio nerviosa.

—¡¿Qué?!

—¡Fue mi culpa!— la mire—, ¡no te enojes con ella, ya todo esta bien!

—Hablaré con ella otro día.— susurró.

Volvió a tocar el timbre. Se escucharon pasos atrás de la puerta.

—¡Va!

«Mierda es Diane. Cómeme tierra...»

Cuando abrió la puerta una chica salió corriendo a nuestro lado y Diane apareció con la ropa hecha un desastre.

—¿Qué mierdas Inés?

—No es nadie importante.— le resto importancia.

—Eso no lo dice tu cuello.— apunto donde tiene rojo.

—¡Mierda!— se metió para verse en un espejo al lado de la puerta—, le dije que no me manchara. Maldita— susurró.

—Inés céntrate, ¿está la tía Julieta?

—No, llegará en— volteo a ver a un reloj colgado en la pared—, treinta minutos. Mierda.— empezó a entrar en pánico.

—Vamos a intentar a quitarte eso idiota— negó con la cabeza—, vamos— tomo mi mano para guiarme adentro de la casa. Escuchó como se cerró la puerta detrás de nosotras. Y veo a Diane correr a toda velocidad a alguna parte—. ¿No me digas que no limpiaste tu habitación?

—Ehh, ¡solo denme un minuto!

—Un día te meteré Inés.

—¡No te atreverías!— dijo divertida—, no podrías vivir sin mí, además te meterías en problemas madre.

—¡Ahg, lo se!— nos detuvimos enfrente de la puerta de la habitación de Diane.

—Una pregunta, ¿de donde conseguiste tanto dinero para ese maldito traje de marca?— abrió la puerta al fin.

—Es un regalo...— susurre.

—Debí suponerlo. Hace juego con tu vestido.

—¡¿Ha que se ve sexi?!— pregunte emocionada.

—Lila se ve sexi con todo Morgana.

—¿Podrían dejar de hablar de esa manera enfrente de mí?— voltee a verla. Diane empieza a reír.

—¡Ya se puso roja!

—¡¿Quieres que te ayude con eso o no?!— le apuntó el cuello.

—Ya me callo pues.— abrió más la puerta para dejarnos pasar.