Phantom voice [Schlattbur]

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No es exageración decir que estuvieron al rededor de media hora allí parados, solo observándose sin cruzar palabra alguna. Schlatt se había quedado sin uñas para masticar y ya sin tener con que distraerse, no le quedó de otra que dar un paso al frente y hacer de mediador esperando no ser acuchillado en el proceso.

—Hey, Will. ¿No tienes algo que decirle a Quackity...?

—... Lo... L-Lo siento...

—¿Por qué te disculpas? ¿Por apuñalarme o por ser un jodido tóxico?

Schlatt le dirigió una mirada cortante al azabache quien tan solo se encogió de hombros. El Mexicano sabía que tenía que ser suave con el espectro, pero habían intentado asesinarle y seguía resentido por ello.

Con cautela el estudiante de administración observó a Wilbur por el rabillo del ojo, dándose cuenta de que había roto en llanto. Con un pesado suspiro no pudo hacer más que sobarse las sienes, conteniendo las ganas de golpear a ambos.

—P-Perdon de verdad y-yo no... yo no quería... snif... solo... e-es que pensé que por tu culpa Schlatt había dejado de hablarme y... y me sentía tan solo y... no quise... lo siento mucho... dios estoy hecho un desastre... s-soy de lo peor... soy basura...

—Lo eres. —Comentó frío el azabache mientras se cruzaba de brazos.

—¡QUACKITY!

—Déjame terminar mierda. —Le fulminó con la mirada antes de continuar. —Lo eres, eres basura. Para mí desgracia, me gusta la basura.

Schlatt sólo pudo levantar una ceja ante esa explicación mientras que por su parte Wilbur detuvo sus sollozos lastimeros, tan solo observandole con aquellos oscuros orbes sin vida en lo que Quackity complementaba su respuesta.

—Solo mira a Schlatt, está hecho un desastre, se ve horrible, huele feo y tiene una personalidad de mierda. Es orgulloso y desagradable, su humor está completamente roto y tiene un peligroso déficit de neuronas.

—Oye, ya parale. —Gruñó quien estaba siendo atacado.

—T-También es un mal agradecido y-y un insensible... —Comentó Wilbur con una tenue sonrisa.

—Una escoria autodestructiva que jamás asume sus errores.

—¡Y llora como magdalena por novelas horribles!

—OIGAN YA. —Gritó Schlatt con la cara roja, avergonzado por toda la mierda que lanzaban sobre él. 

Quackity y Wilbur se miraron un sólido minuto antes de romper en estrepitosas carcajadas haciendo que el rubor de Schlatt solo se volviese mas potente. Rieron durante lo que le pareció una eternidad antes de que el mexicano se calmase lo suficiente como para poder hablar.

—Lo que trato de decir es que Schlatt tiene muchos errores, pero es bueno. Tengo la sensación de que tu eres parecido, solo... no vuelvas a intentar asesinarme ¿Está bien lindo?

—¡Haré lo que pueda! —Respondió con una dulce sonrisa haciendo a Quackity negar divertido.

Aunque seguía ofendido por la forma en que se reconciliaron Schlatt estaba feliz de que las cosas parecieran haberse arreglado entre ellos, justo a tiempo cabe agregar. En ese instante la puerta se abrió y el chamán, a quien había olvidado por completo, les hizo una seña para que saliesen a lo que ambos obedecieron luego de despedirse de Wilbur, con la promesa de regresar.

—¿Y bien? ¿Por qué tu fantasma se volvió loco y explotó todas mis bombillas? —Bufó Schlatt, cruzándose de brazos.

—Te las pagaré lo juro. Otra vez, lamento lo que sucedió, Ponk comenzó a sentirse mal por el Aura del lugar y temió que me afectase a mi también, no es propio de él, solo se asustó.