- ¡Lena! - grito Sam muy efusivamente. Dios, en verdad la había extrañado.
Corrió hacia mi y se agachó para abrazarme, apretó los brazos alrededor de mi cuerpo y yo le respondí. Era tanto el tiempo que había estado separada de mi mejor amiga y aquellas conversaciones telefónicas no llenaban totalmente el vacío.
- ¡Te extrañe mucho, Len! - grito prácticamente en mi oído
- ¡También te he extrañado, Sammy! - grite de la misma forma
- ¡Pero mírate! Has cambiado mucho - grito al romper el abrazo
- ¿Qué cambio? Si sigo igual desde la última vez que nos vimos - conteste divertida
- Por favor, tu cabello es diferente - observó
- Si, bueno, quise cambiarlo un poco antes de venir, ya sabes, cerrar ciclos - respondí divertida, Sam rió por mi comentario - ¡Pero mírate tu! ¡Tú cabello luce genial!.
Sam no había cambiado en lo absoluto, solo su cabello había crecido bastantes centímetros. La última vez que la vi tenia fleco y el cabello le llegaba por encima de los hombros, pero ahora lo tenía realmente largo, le lucía bastante bien.
- Si, bueno, que puedo decir, soy perfecta, lo sabes - bromeó, en verdad que la extrañaba a ella y a su alto ego.
- Ejem.... - Kara se aclaró la garganta para hacerse notar. Ambas la miramos.
- Ay, lo siento - dijo Sam dándole un rápido abrazo con uno de sus brazos - ¡Es que estoy emocionada! - la flamante sonrisa de Sam más cuando me volvió a ver - ¡Hay tantas cosas que quiero contarte!
- ¡Yo también! - dijo emocionada.
- Supongo que ya se conocieron - volvió su atención a Kara
- Si - dijimos las dos al mismo tiempo y luego reímos de nuestra sincronización.
- ¡Ah! ¡Esto es genial! - exclamó Sam.
Se levanto del piso junto con Kara, yo me quedé todavía sentada.
- Pero, ¿Que haces allí? - me pregunta Sam confundida - ¿Por qué no entraste al departamento?.
Kara me extendió su mano para ayudar a levantarme. El deseo de tocar su excitante piel me invadió de nuevo al ver la palma de su mano extendida hacia mi. La tomé y me ayudó a estar de pie.
- Gracias - mumure. Ella solo me sonrió - Creo que me dejaste la llave equivocada, Sam Sammy - me queje intentando mirar a mi amiga y no a la perfección de mujer que estaba a mi lado
- ¿La llave equivocada? - se sorprendió
- Si - le di la llave que guardaba en el bolsillo de mi chamarra.
- Oh, perdón - soltó una risita - creo que si me confundí - busco entre los bolsillos de su abrigo un juego con tres llaves - aquí está la llave correcta - se queda en silencio por un momento - eso me recuerda que debo darle las gracias al señor Jhon por hacerme el favor de entregarte la llave.
- ¿El viejo gruñón del 177? - pregunté apuntando con mi dedo hacia dicho departamento.
- ¡Hey! No es tan gruñón....es buena onda cuando quiere - se encogió de hombros
- Y digamos que casi nunca quiere, ¿Verdad? - mencioné sarcásticamente, el viejo gruñón no se había portado del todo amable conmigo - ¿No pudiste haberme dejado la llave con alguna otra persona menos.... amargada? - Kara rió.
- ¿Dónde está lo divertido en eso? - dijo bromeando y sacándome la lengua, Sam jamás cambiaría, es bueno verla de nuevo - me imagino que estas cansada, así que agradecerme que ya tengo lista tu habitación - me regalo una sonrisa de autosuficiencia.
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El manual de lo prohibido
RandomA veces el amor llega en el momento más inesperado y de la persona menos esperada o apropiada.... a veces se encuentra en alguien totalmente prohibido.... ¿Oh no?. Esta historia no es mía, solo es una adaptación.