Al terminar fuimos a caminar por las calles de Londres que aún no tenía el placer de conocer.
A la fierecilla no le gustó para nada que Sam y Kara se adelantarán dejándonos atrás. Mire la union de sus manos y la compatibilidad entre ambas, era como si estuvieran hechas la una para la otra. Las sonrisas, sus gestos, su aspecto; todo era como si al juntarlas formarán un equilibrio, el Ying y el Yang o algo así. Algo golpeó en mi estómago, se sintió como si dentro hubieran tirado una piedrita a alguna de sus paredes. Cómo cuando un bebé patea, pero no en esa tierna manera.
- Lena - Alex dijo mi nombre. Me gire a verla - Eres muy distraída, ¿No? - sonrió
- ¿Disculpa?
- Te llamé como tres veces y parecía como si fueras en tu propio mundo - explico
- Oh si, perdoname - hice un gesto con la mano
- ¿Piensas en algo acerca de ellas? - adivino increíblemente rápido, haciendo un asentimiento de cabeza de en dirección a su hermana y mi mejor amiga
- ¿Eh? ¿Por qué dices eso? - pregunté nerviosa
- No se, quizá porque te les quedaste viendo con profundidad - se encogió de hombros.
Reí todavía más nerviosa.
- La verdad, si - admití - pienso que de verdad están hechas la una para la otra - dije y la fierecilla no estuvo para nada de acuerdo conmigo.
El ceño de Alex se frunció y su mirada se poso en el suelo, mirando sus pies al caminar.
- Si - dijo
- No te escuchas muy convencida - acuse, repentinamente curiosa
- No, si lo estoy - balbuceo, pero se le escondía entre su voz un cierto matiz de resignación - Sam es muy buena - la miró y sonrió - Tiene una sonrisa realmente hermosa, como muy sincera. Además que sus ojos cafés son como si de verdad fueran la ventana de su alma - suspira - Sus lindos gestos cuando te habla, te hacen reír.... ¿Has notado que cuando se encuentra con alguien se emociona muchísimo? Y luego ese abrazo que te da, emocionada - musitó completamente perdida.
- Espera, espera.... ¿Tú?.... - no pude terminar la pregunta, me lleve las manos a la boca cuando Alex me miro con sus ojos abiertos como platos, como si hubiese soltado un secreto que no quería decir.
- ¿Que? - pregunto con la voz temblorosa
- ¿Tú estás enamorada de Sam? - pregunté.
Ahora comprendía lo que Kara me había dicho el otro día, lo de que si hermana estaba enamorada de una chica misteriosa. Por supuesto Alex no le quería decir porque la "chica misteriosa" era su mismisima novia.
- ¡¿Que?! - dijo. Pude jurar que vi el sudor perlar su frente
- Por favor, a mi no me engañas - no sabía porque, pero una sonrisa empezó a expandirse por mi rostro
- ¡Shh! - gesticulo nerviosa a más no poder
- ¡Entonces es cierto! - la sonrisa se expandió hasta convertirse en un agujero extenso en mi rostro
- No digas nada, por favor - me suplico.
Me lleve ambas manos a la boca tratando de aplacar mi emoción.
- Lena, nadie lo sabe.... - dijo angustiada
- Tranquila.... No se lo contaré a nadie - prometí, todavía medio emocionada
- ¡Soy una pésima hermana! - exclamó desesperada - ¿Quién se enamora de la novia de su propia hermana?
- Oye, tranquila - a juzgar por su expresión, parecía como si estuviera a punto de llorar. La fierecilla cantaba de placer y está vez yo desconocía el por qué - No eres la única, he oído varios casos - enrosque mi brazo al suyo, como si ya le tuviera la suficiente confianza para hacerlo, pero ella no se quejo.
- Si, pero no es bueno que me pase precisamente a mi, ¿Sabes lo que es tener que soportar cada beso o caricia entre ellas cuando por dentro te quema?
- Si - dije de inmediato y sin pensarlo, era como si la otra parte fuera la que hubiera hablado
- ¿Ah si? ¿Te ha pasado?
- Pues no.... - reí nerviosa - pero te entiendo, extrañamente, se cómo se siente. Es como si quisieras escapar de la escena cuando ellas se besan, salir corriendo y borrar el recuerdo en tu mente, pero mientras más lo intentas, se vuelve más nítido.
- ¡Exacto! Vaya, nunca pensé que hubiera otra persona que me entendiera en ese aspecto.
- ¿En qué aspecto? - de pronto la voz de Kara apareció en la conversación, parándose con Sam junto a nosotras.
Ambas nos miramos con los ojos abiertos de par en par.
- Kara, ¿Recuerdas lo que te dije acerca de la privacidad de las personas? - pregunto Alex
- ¿Es el primer día que se conocen y ya tienen secretos entre ambas? - preguntó queriendo sonar divertida, pero pude identificar en su voz algún tono amargo muy bien escondido
- ¡Uuuy! - bromeó Sam, atada a la cintura de Kara.
La fierecilla refunfuño palabras intangibles para mí.
Mire a Alex, quien mantenía su mirada fugaz, primero mirando el piso, luego a mi, después a Sam y por último a Kara, para después volver al piso. Imaginé que estaba ideando alguna forma de salir del embrollo.
- ¿Sabes, Sam? - dije como si nada - creo que invitará a Brayni a salir - solté, no muy segura de lo que estaba haciendo; pero si algo había que distrajera a Sam de emparejarme a Alex, era simplemente con alguien más.
Funcionó, la mirada de todos se poso sobre mi. La de Alex, agradecida por haber cambiado el tema, la de Sam resplandeciendo de emoción, y al de Kara; sería, rara.
- ¿En serio? - grito de emoción
- Si, la verdad es que es un chico muy agradable y es lindo - dije al fin y al cabo eso sí era verdad
- ¿Y cuando? - se soltó de la cintura de Kara y ato si brazo al mío, haciéndome caminar y separándome de Alex.
Ellas nos siguieron muy de cerca.
- No lo sé, mañana quizá - me encogí de hombros
- ¿Entonces te gusta Brayni? - pregunto y mire de reojo a Kara, quien iba un paso atrás de nosotras junto a Alex, repentinamente atenta de nuevo.
¿Que iba a decir? Si decía que si, Sam especularia bastante hasta llegar a los planes de boda, era capaz, la conozco. Pero si decía que no, entonces no concordaria en nada con lo que había dicho antes y quedaría como.... Una tonta.
- Pues.... Mmm.... - dudé.
- ¡Chicas! ¡Miren! ,y interrumpió Alex señalando hacia el London Eye - ¡Quiero subir!
- ¡Yo también! - dijo Sam
- ¿Que dicen, chicas? - pregunto Alex
- Mmm.... Bueno.... Yo.... Paso - musite, no tenía muchos ánimos de subir y andar sobre las aguas.
- Yo también - dijo Kara con las manos en los bolsillos - Vayan ustedes, nosotras las esperamos.
Capte entonces la situación, Kara y yo, solas de nuevo. La fierecilla brinco de alegría y su grito era totalmente entendible: ¡Si! ¡Si! ¡Si!
- ¿Quieres ir, Sam? - pregunto Alex
- Si, hace mucho que no m subo, pero quiero que Kara y Lena vengan también
- Perdoname Sammy, de verdad yo paso. Puedes ir tú, Kara - dije - no se preocupen por mi, yo las espero
- No, vayan ustedes - dijo ella - Esperaremos aquí - sonrió y beso la frente de Sam
- Aguafiestas - se quejo Sam, pero igual se alejo junto a Alex.
Pero antes Alex me miro y me guiño un ojo disimuladamente. Entonces caí en cuenta de que había hecho lo mismo que yo había hecho con ella; sacarme de una situación incomoda.
Cuando se perdieron entre la multitud, me gire a mirar a Kara.
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El manual de lo prohibido
RandomA veces el amor llega en el momento más inesperado y de la persona menos esperada o apropiada.... a veces se encuentra en alguien totalmente prohibido.... ¿Oh no?. Esta historia no es mía, solo es una adaptación.