"Los dioses pueden ser muy crueles si lo que buscan es diversión"
Aegon II Targaryen tiene una segunda oportunidad para evitar repetir sus errores pasados, pero todo tiene un precio y para el puede ser complicado cumplirlo.
HOUSE OF THE DRAGON FANFI...
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¡Décimo capítulo! ¡final del primer acto! —10: El fuego de dos dragones Advertencia: Esta capítulo contiene escenas explícitas +18 detalladas.
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LAS MIRADAS DE ENOJO era algo que recordaba tan vívidamente de su otra vida, no fue grato estar despierto en un día como ese, menos con la tan reciente golpiza que su madre le dio cuando las noticias llegaron al reino. Aegon murmuró maldiciones mientras se preparaba para afrontar su día, Robb se burlaba cuando estaban a solas, recordándole con más frecuencia la estupidez que había cometido.
¿Rhaenyra lo perdonará si le dice que fue solo un beso? No, la mirada que está le dio en el desayuno fue como una golpiza, una más dura por que por alguna razón le dolió, se molestó más consigo mismo y murmuró maldiciones por su poco control con las emociones.
Entre otras noticias estaba el asesinato despiadado de Alfred Broome eso lo desconcertó en sobre manera, aunque la preocupación fue nula recordaba vívidamente al chico en su otra vida, esperaba que estuviera descansado con los dioses y que fueran piadosos con el, no como con Aegon que lo trajeron a sufrir al parecer,de nuevo.
Para su mala suerte estaban reunidos en el consejo, al ver el rostro paranoico de su madre se recordó del por que y eso lo hizo apretar su mandíbula.
El hermano menor de la reina fue gravemente herido, para su desconcierto cuando se enteró.
— ¿Como paso esto?— pregunto con brusquedad la reina con enojo, algo que sorprendió a la mayoría, El rey la miro con cierta pena, al parecer alguien iba detrás de su familia.la mirada fría de la reina se dirigio a su hijo el cual alejó la mirada
— La corona tiene demasiados enemigos.— se aventuró a decir Daemon provocando que Aegon rodará los ojos al escuchar su voz.— Ya debería estar acostumbrada o precavida.
Claramente Alicent no se esperaba un ataque como este, uno directo a su familia, el enojo se veía con facilidad en la expresión de la reina la cual intentaba mantener la calma ante todo, recordándose a sí mismo que sus enemigos estaban sentados en aquella mesa y no debía mostrarles vulnerabilidad.
