XIII: Londres

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Ya me encuentro en el avión, de camino a Londres, tengo planeado encontrarme con Abigail cuando llegue, pero primero quiero planificar como matarlo, divertirme y que parezca un accidente.

Mientras pienso, miró por la ventanilla del avión, es de noche, por lo tanto es un espectáculo increible y digno de verse.

Al ser mi primera misión me toca viajar en mediana clase, así que me tocó estar sentada al lado de una mujer que trae un bebé en brazos, ella había pasado todo el vuelo intentando calmar al engendro, pero cuando al fin se callo la madre se durmió y el bebe se despertó. Así que si, un engendro de si mucho 1 año, me está jalando el cabello.

Lo soporto todo lo que puedo hasta que veo como la mujer despierta y aparta de mi al engendro .

- Disculpa que vergüenza, no quería que mi hijo la incomodara.- Dice la mujer apenada.

- No hay problema, pero mantengalo alejado de mí. - Digo sin mostrar mucho interés en el tema.

- Gracias por entender, ¿Señorita?- Ella intenta hablar conmigo, pero yo no le puedo revelar mi identidad, pero si sacarle información.

- Blue, un placer.

- ¿Blue?, que nombre tan particular - Dice risueña, ella solo quiere ser amable.

- Si, Blue. Es que mis padres eran artistas - Digo tratando de relajar mi ceño.

- Ah, ya veo, ¿y que te trae a Londres?

No puedo responderle que por trabajo, ninguna persona con 3 dedos de frente va a creer que una adolescente de 15 años vino a trabajar y tampoco que estoy de vacaciones sin ser la época veraniega. Pienso y al fin respondo para no quedarme callada por más de un minuto.

- Vine para conocer los museos, me llama mucho la atención su arquitectura clásica y antigua.- Digo tranquila y confiada.

- ¡Que bueno!, es increíble que la juventud de hoy en día le atraigan ese tipo de cosas - Dice alegre ella ni siquiera sospecha.

- ¿Y usted de dónde viene?- Pregunto intentando mantener la conversación lo más natural posible y conseguir información en el proceso.

- De los barrios bajos - Bingo, tengo lo que quiero, ella no sospecha nada y yo tengo mi información.

- Así, que interesante, ¿De que parte?- Digo mientras intento parecer lo más natural posible, cosa que logro al ser la mejor en lo que hago sin duda alguna.

- Del distrito Sur.- Dice y yo continuo con mi natural interrogatorio.

- Ah ya veo, ¿y por casualidad conoces a un hombre llamado Benjamin?

- Oh, claro el joven Benjamín, si si lo conozco, el es muy buen chico, ¿Lo conoces?

- Si, su padre hacia negocios con mi abuelo, hace poco me dijo que vivía en Londres pero no me dió su dirección, ¿Tu la tendrás?- Ella no sospecha nada, soy tan increíble que cuando me propongo ser una lindura lo logro.

- Sí, si la tengo, ¿La necesitas acaso?- Pregunta, aquí tengo que saber usar mis cartas para no ser descubierta.

- Me gustaría saberla, claro si no es molestia.

La veo sacar un papel y una pluma dónde anota:

Calle Wallas, Avenida San Martin, departamento 15, piso 3.

Agradezco su información y sigo manteniendo una conversación natural hasta llegar al aeropuerto, cabe destacar, que el engendro todavía sigue babiandome y jalandome el cabello.

Una luz, para LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora