Una luz, para Luz

Capítulo IV El internado

Ese mismo día hice mis maletas mientras una ambulancia se llevaba a Jhon al hospital.

Mi madre hizo un par de llamadas, y en menos de 3 horas había un carro negro enfrente de la casa, venían por mi. Mi mamá le dió al chofer las tarjetas de mi papá y dijo:

" no quiero saber nada de ella- me miró con odio por lo de Jhon, aunque no fue mi culpa-, mi difunto esposo era familiar de un noble, en su cuenta debe haber lo suficiente para olvidarme de su existencia"

En ese momento sentí como si me apretaran el corazón, mi madre no quería volver a verme. Cómo era una niña pequeña, intenté abrazarla pero me apartó y me dijo:

- No me toques, engendro

- Pero... Mami- le dije con lágrimas en mis ojos-

- No me llames así, tu no eres mi hija al menos, yo no te considero mi hija

Esa fue la última vez que hablé con ella.

Tal y como mi madre dijo el auto me llevo a un gran edificio metálico que parecía una prisión, era el Internado "Redention ", un lugar donde solo habian niñas, aunque debo admitir que preferia estar alli que co Jhon.

Al entrar al internado, puedo apreciar el gran y elegante edificio, de paredes color vino y largos pisos color ámbar, parece un palacio de cuento de hadas pero el trato aquí es militarizado, pero nada es peor que estar cerca de Jhon.

Al entrar conozco a la directora; es una mujer fina de cabello grisáceo, con grandes ojos azules y se ve muy Elegante

-Tu debes ser Luz Williams, ¿o me equivoco?- me dice en un tono cortante-

-si así es, ¿Señorita...?- respondo segura-

-Abigail, Abigail Frost

- un placer- hago una pequeña reverencia-

- Bienvenida a Redention, señorita, ya estoy enterada de su caso, así que la llevaré por un buen camino con normas y mano dura

Está mujer es intimidante, podría asegurar que con solo mirarte te puede ver el alma, a lo que me pregunte, ¿Que le habrá dicho mi mamá?

- Pero tranquila, yo sé que su progenitora está equivocada con usted, lo primero será que vaya a la enfermería a hacerse un chequeo básico - refuta con autoridad-

En ese momento sentí como mis piernas temblaron de nervios, pues me daba miedo ser juzgada por mi "condición ".

Cómo era de esperarse la enfermera le informo a la directora de mi estado, yo no sabía que iba a pasar, pero sabía que debía hablar y decir la verdad.

Cuando la directora entro sentí miedo al saber el interrogatorio que vendría

-Luz,-veo a la directora arrodillarse frente a mi con una cara de preocupación- ¿ Quien te hizo esto?

-Fue Jhon -afirmo sin dudar-

Mi sorpresa viene al ver a la directora casi llorando por mi declaración

-Ese hombre es un depravado, ¿como se atrevió a violar a una niña de tan solo 9 años?

En ése momento sentí un alivio que no podría describir con simples palabras, sentí que alguien me entendía, me sentí entendida y puedo asegurar que fue el mejor sentimiento que habia experimentado hasta entonces