XVII: Tratos

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Luz:

Ya tomé mi vuelo de regreso a Paradise, pero me sigo preguntando ¿Quien es Gio?

Mi cabeza da vueltas por las palabras que recientemente me dijo Abigail:

"Por más dulce que parezca, no confíes en él, a veces detrás de una carita tierna se esconde con un corazón de mierda".

Pero que quiso decir con eso, es imposible que me esté adviertiendo sobre algo romántico o algo parecido, probablemente él o ella sea un manipulador.

El viaje se me hace casi eterno, la ansiedad se apodera de mi, pero aún así intento relajarme.

Pero de repente recibo una llamada de Zeus.

- ¿Hola? - Contesto al ver que no hay problema en hacerlo.

- Luz, soy Zeus- Contesta la voz al otro lado de la línea.

- Hola, ¿como estás?- Contesto para disimular un poco

- Luz, escucha, se que vienes a ver a Gio, y mi deber es advertirte de algo muy importante. No mires a tu derecha ni a tu izquierda porque probablemente ya haya gente monitoreando tus movimientos - Al escuchar eso todos mis instintos se despertaron.

Y si, no lo note ¿Cómo no me dí cuenta?

Había una mujer con un niño en brazos pero era muy mayor como para que fuera hijo suyo aunque el niño le dijera Mamá; había un azafato que no sabía servir más que jugos y había una jovencita que traía ropa muy fina como para volar en segunda clase.

- Ya lo note - Fue lo que le respondí a Zeus, aunque se que le mentí

- Escucha, Luz. Gio es un ser peligroso por mucho que lo dudes, te ofrecerá el cielo y si cumples te lo bajará si así lo deseas pero nada es gratis.- Dice lo cual me deja más confundida aún.

- Explícate, Zeus - Le dije para aclarar por una buena vez todo

- ¿Recuerdas cuando te dije que debías controlar tus instintos sádicos?

- Si, lo recuerdo.

- Pues él no los controla, y si puso el ojo en tí es peligroso, pero hay una forma de manipularlo también.

- ¿En serio?- Pregunte sorprendida.

- Si, pero de eso hablaremos cuando regreses.

Zeus tranca la llamada y yo intento continuar con el viaje lo más relajada posible, pero no es fácil sabiendo que tengo unos asesinos seriales a pocas butacas de distancia, pero se supone que para eso entrene ¿No?

El viaje continúa y al fin logro calmarme, las horas pasan volando mientras voy escuchando música.

El avión aterriza de nuevo pero está vez en Paradise.

Paradise es un pueblo en el distrito norte de Inglaterra, está apartado de todo y es de esperarse ya que se supone fue creado exclusivamente para poder poner el castillo del conde Elender hace más de quinientos años.

Hasta donde tengo entendido, ese conde era el encargado de acabar con los enemigos de la corona inglesa, pero al envejecer decidió entrenar a sus cuatro hijos, cada uno desempeño un papel diferente.

Una luz, para LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora