XXIV: Libertad y acuarelas

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Tome su mano algo sorprendida por su acción, era algo totalmente nuevo para mí, no sabía que sentir o que decir. Pero tengo presente que no debo caer en su trampa.

Al salir del auto logro contemplar más a detalle el lago iluminado.

Las lámparas reposan sobre el agua, la brisa fría de la noche, es bastante pacífico.

Caminamos hasta un sauce en la orilla del lago, allí nos sentamos y por un instante quiero preguntar el porque estamos aquí, pero como si él leyera mi mente me dice:

- No te preocupes por el trabajo, está noche es solo para disfrutar.–Dice mientras recuesta la cabeza en el césped– Teniendo en cuenta el tiempo que llevamos conociéndonos deberíamos mínimamente ser amigos.

- Yo creo que ya somos amigos – Respondo sentada apoyada al tronco del Sauce.

Noto como sonríe y después dice:

- Amigos… Que termino tan interesante.

Sus palabras me dejan pensativa, se que Gio no tiene buenas intenciones para mí, se que solo quiere usarme tal y cuál usaba a más personas, pero es interesante ver una personalidad más relajada de él.

El sonido de los grillos, las Luciérnagas en el aire, todo está tan perfectamente pacífico que hace que parezca un Edén en la tierra.

Me quedo pensativa mirando el paisaje nocturno pero soy sacada de mi nube cuando Gio se levanta y ofrece su mano para que la tome y lo acompañe.

No tomo su mano pero camino a su lado hasta llegar a un pequeño puente que une la brecha entre cada superficie adyacente al lago.

El agua es cristalina tanto que hace que el cielo nocturno se refleje a la perfección.

Cuando llegamos a la mitad del puente, Gio reposa su espalda contra la barandilla, me mira y me dice:

- ¿Luciérnaga, tanto quieres tu libertad como para asesinar a un inocente?– Su tono es más serio de lo normal

- No es que añore algo que nunca he tenido.– Respondo tranquila

- ¿Cómo que algo que nunca has tenido?, ¿Acaso no te sientes libre?– Dice algo sorprendido

- No, mi libertad se fue ya hace bastante tiempo – Digo mientras me recuesto contra la barandilla del puente

Pero me sorprendo bastante al ver que su mirada cambia a una de sorpresa, confusión y algo de... ¿Entendimiento?

Su rostro está tan cerca que puedo sentir su respiración sobre mis mejillas y rompe el silencio cuando dice:

- Déjame devolverte esa libertad aunque sea lo último que haga– Dice con su gruesa y grave voz

No sé que decirle así que solo se me ocurre una idea:

- Tengo que volver al departamento.

Su mirada cambia a una decepcionada y frustrada pero finalmente accede a qué yo me vaya, cabe recalcar que no me dejó ir sola, por lo que llegó a los departamentos en el lujoso auto
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Al llegar al  departamento para mí sorpresa todo está arreglado, pero hay una pila de paletas y lienzos para pintar acuarelas, estoy por tocar las cosas pero escucho la voz de mi presa diciendo:

- No toques eso – Dice mi presa con seriedad

- ¿Por qué?– Digo necia

- Por qué las acuarelas son muy frágiles y caras– Dice mientras se acerca a recoger las cosas.

La verdad me sorprende bastante su respuesta, ¿Por qué el hijo de un mafioso se preocupa por el dinero?, pero no me atrevo a preguntar.

Las horas pasan y mientras acomodo unas cajas con mis cosas y me aseguro de esconder bien mis armas y venenos noto un fuerte olor a pintura acrílica y acuarelas por lo que decido ir a ver.

Me asomo a la habitación de Liam y lo encuentro pintando tranquilo el paisaje nocturno de la ciudad.

Me quedo embelecida con los colores y contrastes que tiene el cuadro, cada sombra, cada relieve es simplemente único.

Pero soy sacada de mi nube cuando noto que Liam me está viendo directamente.

Estoy por irme pero me detiene, toma mi mano y me dice:

- Deberíamos llevarnos mejor, viviremos juntos todo el tiempo que estemos en la universidad– Dice serio, mientras sus mechones castaños adornan su rostro.

Pero el orgullo puede más que cualquier cosa cuando se trata de mí, así que respondo:

- Está bien, pero primero discúlpate y admite que no soy enana– Digo mientras me arreglo las gafas.

- Me disculpo, pero no me gusta decir mentiras, eres enana y no hay nada que puedas hacer.– Dice mientras se vuelve a hacercar a la pintura.

- Está bien– Respondo sediento un poco

Me deja quedarme un rato viendo como pinta, y mi mente tiene una idea repentina.

¿Por qué estudia arquitectura estructural si es tan bueno pintando?

¿Será acaso que no es libre de decidir?

¿Será que su libertad son las acuarelas?

Nota de la autora

¡Hola! No había vuelto a actualizar porque estuve bastante ocupada, además tuve un bloqueo por casi dos meses, cuando ya tenía varios capítulos listos me robaron el teléfono 🥲, pero ya solucione y estoy volviendo a ponerme al día, así que esta semana es probable que una dos capitulos.

Bueno, eso es todo Paradisianos, nos veremos

Una luz, para LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora