XXI: Jhon, nuevamente Jhon

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Al principio me sorprendió mucho el hecho de que Gio hubiera hecho algo así, que haya investigado sobre mí, es algo de lo que nunca me ha gustado hablar, no me siento comoda sabiendo que alguien que no sea Zeus o Abigail lo sepan, pero no deberia sorprenderme, al final del día él solo es un asesino que busca beneficio utilizando a otras personas.

Aunque tengo ya dos años trabajando con él, sigue siendo un desconocido para mí, nunca será alguien confiable, nunca confiaré en él.

Pero no me arrepiento de haber aceptado. Por fin me vengarte de ese mal nacido.

La razón por la que entre a Paradise fue esa, no hubo ninguna otra razón, vine para poder matar a ese bastardo y al fin lo haré.

Con todo lo que he aprendido, con las incontables vidas que llevo en mi espalda lo haré, no me arrepentiré. Sin importar que lo voy a asesinar.

Para este trabajo no será necesario contarle a nadie. Lo haré sola, no quiero gente dándome sermones acerca de que está bien o que está mal.

Lo único que se es que será el primer baño de sangre que me daré como asesina.

Así que me dirijo a tomar un vuelo para llegar a mi antiguo pueblo natal lo antes posible.

Tomo el primer avión y me preparo para cualquier cosa.

Este asesinato será el más placentero en toda mi vida.
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Al llegar, lo primero que hago es localizarlo, busco su actual vivienda y su trabajo.

Lo monitoreo por más o menos una semana, en este corto periodo de tiempo logro aprenderme todos sus movimientos. Además, note que tiene algo que me pertenece y que pienso recuperar.

Es domingo, la tarde está despejada, todo transcurre con normalidad, Jhon se dirige a la cantina de siempre a embriagarse, pero lo que él no sabe es que está noche no llegará a casa.

La noche empieza a adentrarse, así que prepáro la camioneta y lo sigo por más o menos una hora.

Todos los domingos a las 8pm se dirige al mirador del pueblo, lugar perfecto para secuestrarlo, ya que no hay camaras y tampoco rondas de patrullaje policial.

Él se sienta en una banqueta, y yo me hacerco sigilosamente y le doy un golpe sorpresivo en la nuca haciendo que se desmaye.

Lo transporto en mi camioneta hasta llegar a un pequeño establo abandonado, cerca del arrollo donde solía jugar de niña.

Lo bajo con ayuda de una carretilla de la camioneta, lo llevo dentro del granero y lo ato a una silla.

Puedo ver la expresión de sorpresa en su rostro cuando me ve frente a él.

Y me da algo de risa cuando lo oigo decir:

- ¿Quien eres?, ¿Dónde estoy?

- Deberías recordarme, Jhon- Digo con sátira y una mirada arrogante.

- ¿Cómo sabes quién soy?

Me acercó a la mesa que coloque al cerca de la silla y tomo unas tenazas.

- Porque te conozco desde hace mucho tiempo, Jhon. - Me acerco y arranco su dedo índice con la tenaza, haciendo que salga un chorro de sangre y manche mi camisa blanca con franjas muy al estilo campestre.

Él suelta un quejido de dolor y yo la verdad lo disfruto mucho y le sigo hablando.

- Recuerdas a una niña de nueve años, castaña.- Digo notando como su rostro se pone pálido.

Una luz, para LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora