CAPITULO 3

76 7 0
                                    

He llegado por fin a mi destino, había anochecido cuando llegue a mi destino eran las 11:00 punto estaba agotada. Franklin es un corredor de casa era un hombre de algunos 35 años tenia una familia 2 hijas y un varón, era muy amistoso tenia el color ámbar en los ojos como toda la familia de Diana Gonzalo. Llegamos a la casa era pequeña lo que me hacia feliz, menos limpieza y era bonita y ordenada, me dio las llaves por lo que pasaría mensual para el pago de la casa, una vez hecho, cerré, me di un buen baño y acosté a soñar con los angelitos.

Cuando me levante, me desperece y con toda la pereza del mundo me pare de la cama, con los ojos entrecerrado me dirigí al baño y me eche agua en la cara, después salí y me senté de nuevo en la cama a mirar a la nada  y me quede un largo rato. Me levante de nuevo y me dirigí a mi bolso, busque mi cepillo y pasta dental me fui al baño. Recordé que no tenia jabón, ni nada con que desayunar, así que salí busque algo de dinero en la cartera y me fui a comprar lo que necesitaba.

Me encontraba caminando  en la cera mirando lo grande que era punta cana y tratando de localizar un colmado o algo y  iiiiBINGO!!!! justo  después de cruzar la calle había un colmado, perfecto,cruce y cuando entre fui directo al mostrador. Había  un chico de espalda por lo que no podía verlo bien.

-—Buenos días—El chico se da la vuelta y sonríe—wow —Me quedo mirándolo estaba buenísimo el tipazo, hacía  ejercicio por que tenia su cuerpo tonificado, unos ojos marrones pero su boca o Dios que ricura, el para el colmo el muy malvado me sonríe.

-—Hola ¿Que se te ofrece?—No se por cuanto rato me quede ahí, mirándolo —¿Te sientes bien?

— O si claro lo siento.........ammmm..... dame 3 plátanos, queso mmmm—El abre los ojos, y me mira de arriba abajo y se voltea a buscar lo pedido.

—Veo que tu esposo come mucho

— O  no, no estoy casada—Le digo sonriendo.

— ¿No? Para quienes los plátanos, dice entrandolo en una bolsa plástica

—Para mi — El enarquea una ceja y vuelve y se ríe.

—Para ti sola, valla no les das chance a nadie, tu debes ser nueva, soy Robin un gusto—Dice extendiéndome la bolsa.

—Si, así es, recién llegue anoche soy Celeste—Dije sonriendole y pagandole.

—Bueno un placer—Dice cuando me volteo para irme.

—Opino lo mismo—Antes de irme, recuerdo que no tengo jabón como pude ser tan tonta, me volteo y voy de nuevo al colmado—Hey esto casi se me olvida quiero un jabón.

—Bien ¿Algo mas?

—No, solo eso— Se lo pago y me marcho.

Cuando llegue me puse, a pelar los víveres y guardo el queso en la nevera por lo menos hasta que los plátanos estén. Voy a mi cuarto y empiezo a desempacar y sacar todo para organizar, pero había una maleta, la que Diana arreglo pesaba demasiado, pero ¿Que diantres podría pesar tanto? La abro y lo que vi me dejo sorprendida, había un radio tamaño normal, auriculares, en el otro bolsillo mas grande habían dos cuadros. En el  primer cuadro estábamos mi familia y yo, simplemente bello no podía aun creerlo, y en el segundo estábamos Diana y yo, en el cuadro había diferentes fotos que nos habíamos tirado y en el medio de ese cuadro estábamos  ella y yo cuando teníamos 8 años tenia un fondo azul celeste, era increíble lo que ella había hecho, dos lagrimas se me salieron.

Me fui a desayunar para tener energía para limpiar y organizar todo. Una vez acabado de desayunar, busque el radio lo conecte a un toma corriente, fui al cuarto busque en un bolso, donde tenia mucho CD de todo tipo de música que a mi y a Diana nos gustaba, tome uno de violeta, fui al radio lo inserte y comenzó a reproducirse, me puse en acción inmediatamente.

Ya Cuando había culminado de todo, lo único que me faltaba era darle lugar a los cuadros. Coloque uno en la sala y el Diana y yo en mi habitación. Estaba algo cansada pero nada que un buen baño no pueda arreglar, me fui directo al baño.

Una vez bañada y cambiada tome mi bolso, con mis tarjetas de crédito y me dirigí a una tienda, pero había un gran problema no tenia, ni la menor idea en donde estaba, pero ya sabia exactamente a quien le pediría ayuda.

Lo encontré justo en ese momento iba al parecer a salir lo que me dio una excelente oportunidad para pedirle orientación.

— Hola de nuevo 

— Que hay

— Necesito tu ayuda 

— A ver ¿En que puedo ayudarte?— Me dijo sonriendo.

—Bueno, como sabes soy nueva y no se donde queda la tienda mas cercana.

—Sabes te puedo ayudar y hacer mas que eso, te acompañare hasta allá.

—Me encantaría, pero tengo que rechazarla ¿A quien le dejaras el colmado?—El me miro raro y luego sonrió.

—Bueno, la verdad es que mi turno acabo, mi hermana— Dice señalando a una muchacha mas joven que el con el pelo por los hombros castaño— Rojizo y ojos igual a los de el—Ya ves no hay problema, ahora si no quieres......

—No, no, no, claro que quiero, ademas quien te diría que no a ti—Nos quedamos un rato viéndonos, no se que pero era agradable hacerlo.— Ammm ¿nos podemos ir?

—Si claro, vamos—Me toma de la mano y me encamina hasta su auto, abre al puerta del copiloto—Mi lady—Lo miro WTF.

— Ooooohh  gracias creo que debería decir—El echa una carcajada muy bonita a diferencia de la mia.

El encendió el auto y nos fuimos, el viaje fue agradable y divertido, nos decíamos mas que uno y otros chiste, fuimos a varias tienda y diferente lugares que yo no conocía, pero que fui grabando en mi mente, después de todo eso me llevo a una heladería y nos compramos un un barquito el insistio en pagar y yo no me hice rogar.

— jajajajaja eres tan gracioso Robin, jajajajajaja.—Todo en el lugar no paraban de echarnos mas que unas miradas, y a mi ni me afectaba.

—  Y tu tienes una risa contagiadora— decía sonriendo. Robin era atento, alegre y algo pícaro, buena persona y tenia un autoestima en las altura.

—No me lo digas que me lo creo, y dime, ¿Tienes novia o estas casado?

—No, aún no encuentro esa chispa en las mujeres—Me dice con una sonrisa picara.

—Ok, tu eres 4S. El me mira raro.

—¿Como que 4s?

—Soltero, sin compromiso, sin hijos y solicitando— El echo una carcajada.

—Eres increíble ¿De donde sacas tantas cosas? —Dijo cuando nos paramos, y nos dirijamos a la jeepeta.

—Eso era lo que decían a los jóvenes como tú, en mi barrio.

—La verdad es que tengo dos semanas que termine con ella, era buena chica solo que tuvimos problemas por...........

— Escucha no tienes que contarme si no quieres, con solo decirme que terminaste con ella es mas que suficiente— Le sonreí me correspondió, mientras daba marcha hacia mi casa.

Llegamos a mi casa, me ayudo con las bolsas, lo invite a cenar y fue divertido estar con el.

—O no puedo creer que te hallas comido toda esa pasta—Me dijo a carcajada

—Pues créelo, yo todo lo que cocino no paro de comer hasta que no haya nada en el plato eso fue lo que me enseñaron.

Me ayudo a recoger los platos. Después nos despedimos y el se fue, no sin antes darme un beso en la mejilla. A  decir verdad ese chico y yo nos llevaríamos muy bien.

Me fui al baño, me bañe me puse una pijama y me acosté a dormir mañana seria un largo dia, ya que empezaba a trabajar.
















En busca de un nuevo caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora