Capitulo 7

47 6 0
                                    

Mi celular me despertó, había tenido un sueño muy extraño, era que me había reencontrado con un chico de smokin negro, intente moverme para localizar el estúpido celular, que no paraba de sonar, y BANG!!! nada había sido un sueño todo había sido real y mi bendito brazo me dolía, con el brazo izquierdo alcanzo el bendito celular y con pereza termino de abrir los ojos, miro la pantalla y había como 30 llamadas perdidas, pero decía desconocido, ¿Quien podría ser? primero creí que era Robin pero yo no le había dado mi celular, pero de seguro Franklin se lo pudo haber dado, pero no era final del mes apenas si iba a la mitad, entonces quien, así que sin mas marque y espere a que contestaran.

—hola—Me contesta un niño

—¿Con quien hablo?

—¿No debería ser yo quien pregunte eso?—Dice el niño muerto de risa.

—Para ser un niño, sabes mucho ¿No crees?

—No soy un niño, soy un hombre— Dice tratando de poner la voz grave.

—Si ya lo creo—Escucho que del otro lado de la linea, el niño estaba hablando o discutiendo con alguien, escucho que le dice que se lo de, después se oye como si el niño estuviera corriendo—Oigan no tengo todos los minutos para ustedes—Lista para colgar pero una voz muy reconocida me detiene.

—Celeste hasta que por fin, en donde te habías metido me pase casi toda la noche tratando de localizarte.

—Diana ¿Eres tú?—Digo conteniendo la emoción.

—No britney spear.. pos claro que soy yo ¿Quien mas? Ahora ladra ¿que ha estado haciendo? Con punto y coma y no omitas ni un detalle.

—Bueno para comenzar me dieron un balazo en el brazo derecho y ...

—¿QUE? y ¿Como estas? O por Dios dime que estas Bien ¿En qué hospital estas? tomare un viaje ahora mismo  ¿COMO PASO? O  por todos los santos. — Estaba gritando y sobre todo muy alterada.

-—¡¡DIANA!!—Le grite para que se callara y me dejara hablar.—Estoy bien, en primer lugar solo fue una herida en el brazo y estoy bien por que me oyes respirando, segundo no estoy en un hospital...— Escuché  en ese instante que se habrían las puertas,— te hablo después—Le colgué no sin antes decirle que le mandara saludos a su familia y muchos besos.

Entraban una señora y atrás mi chico perfecto si exacto mi chico perfecto, del que todavía no sabia su nombre, pero no por mucho tiempo.

-—Buenos celeste ¿Como amaneciste?— Dice con su cara tan serena e impenetrable como siempre, atractivo de todos modos, me encontré raro que no me hablara con su voz sin emociones esta vez sonaba, mas humano. Ese tipo si que era raro.

-—Buenos días y sí  mucho mejor que anoche—- Dije recordando aquél pequeño show.

-—Vamos al grano, ella es liliana, estará  al tanto de lo que necesites.

—Wow ¿Qué? —-No era que estaba mala la idea pero...—Me encantaría pero no, yo tengo que trabajar, ademas no pienso quedarme aquí, bastante tuve anoche.

—Como quieras, si te quieres desangrar, esta bien pero fuera de mi propiedad.

El tenia razón, tenia un hambrea de mil demonios, el brazo apena podía moverlo y desde un punto geográfico no sabia donde estaba.

-—Bien pero....-—me quito la palabra de la boca.

—Te recuperes en lo mas mínimo te largas, me ocupare de todos tus gastos médicos.—Mierda y es así, o es pura suerte lo que me esta pasando, cuando se iba le grite:

—ESPERA......amm, aun no se tu nombre-—El sin darse la vuelta Soltó

—Alexander—Se volteó para mirarme —Dames.— Miércoles ese tipo estaba como manda la ley, se fue por donde había entrado y me quede mirando por donde había salido.

—-Bien querida es hora un baño-— Por un momento me había olvidado de ella, era de tamaño bajo, se veía que era una señora de unos 45 años o algo así y se le resaltaban algunas canas, ojos grises, piel clara y cutis limpiecito.

Me ayudo a levantarme pero me dolía todo.

—-Espera no tengo fuerzas ni para sostenerme ok. Necesito antes que nada comer algo.—Pongo una cara de dolor.

-—Tranquila, alexander me dijo que esto quizás pasaría por toda la sangre que perdiste, ahora espérame aquí, te traeré un jugo con una pastilla ok.

-—Un chocolate me caería mejor.

—-Como quieras, dame un momento.

Después de aproximadamente 15 minutos llego ella con el chocolate tibio y  me lo dio.

—Con esto te sentirás mejor.

—Gracias.

Después de eso me sentí mejor, me ayudo a bañarme y eso si que fue vergonzoso créanme.


En busca de un nuevo caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora