Capitulo 6

45 8 0
                                    

Un hombre me apuntaba con un arma, estaba asustada o mejor dicho aterrada pero trato de no hacer ningún movimiento en falso.

—Dame lo que tengas—Dice sobando la pistola lista para disparar. No sabia como reaccionar estaba buscando cualquier cosa de utilidad para darcela, pero estaba tan nerviosa que apenas si podía respirar.—Déjate de tonterías y DÁMELO— Gritó.

—Escucha —Trague saliva, tenia que pensar en algo el mas mínimo movimiento y adiós celeste.—No tengo cosa de valor aquí pero......—No me dejo ni terminar

—¡¡CÁLLATE!!— Bajó un poco la guardia con lo que no desaproveché esa oportunidad, en un ágil movimiento golpee en su estomago diciendo patitas para que te tengo escucho que el dispara estoy tan concentrada en correr que hago caso omiso a la dirección de ese disparo. Corro sin parar creo que hasta me desvié del camino, corrí unos km mas pero me sentí mareada, caí al suelo esta vez nadie estaba ahí para amortiguar el golpe por lo que dolió mucho, intente levantarme, me sentía débil y sin una gota de fuerza, mis ojos se iban cerrando, solo vi una luz, creí que ya era mi hora, después todo oscureció ante mi.

HORAS DESPUÉS......

Me desperté en una habitación muy grande, estaba recostada en una gigante cama ortopédica o eso creo era muy cómoda y........ Espera porque no tengo mi ropa mojada que tenia y para completar tenia un brazo vendado intente moverme pero el brazo me dolía como si me lo hubieran quemado a carne viva.

—Hay me duele.

—Al fin despiertas— Escucho una voz, dirijo mi vista hacia el lugar de donde    proviene  la voz, no puedo verlo muy bien la lampara no alumbra lo suficiente la enorme habitación, dándole así un aspecto tenebroso, creí que era el atracador de hace unas horas, pero después me dije quien seria tan loco para atracar a alguien y luego llevarlo a su casa y tratarlo como a un invitado eso es de loco.
—¿Que me paso? ¿En donde estoy? ¿Que le paso a mi ropa o mejor dicho mi uniforme?—Dije algo alterada estaba asustada y el no ayudaba mucho con esa tranquilidad.

—Lo primero cálmate celeste—Me sorprendí como sabia mi nombre.El sujeto prendió la luz.

—Que como sabes mi nom....—Aunque viéndolo ahora con mas claridad es el tipo que me salvo hace unas horas y hablando de hora, miro por la gran ventana y el cielo estaba negro, no solo por la lluvia sino por que había anochecido. Me levanto rápidamente, pero me siento totalmente mareada y sin fuerza, el chico del smokin perfecto rápidamente se acerca y me agarra por la cintura.

—Por ahora no podrás irte—Me dice con su típica voz neutra pero sentí una pizca de preocupación—Te dieron un balazo en el brazo derecho y perdiste mucha sangre—Poniéndome delicadamente en la cama. Con razón, el idiota entonces me había disparado.

—¿Como me encontraste?—Digo algo incomoda por la cercanía de este hombre, sentía mi cara arder no sé porqué,  he estado cerca de hombres muy cerca pero nunca he sentido estas cosas es repugnante, mentira era increíble algo nuevo a lo que no estaba acostumbrada, era una experiencia única e indescriptible.

—Bueno estabas en la acera y tu cuerpo lleno de sangre, si no fuera que te vi caer, dijera que estabas muerta, pensaba dejarte y seguir mi camino— Puse mi cara de fastidio el dándose cuenta, tomo mi rostro y me miro—No se que fue —se aparto tomo una silla y siguió contando —pero vi el uniforme y eso me hizo detenerme, estabas grave, mas blanca que un huevo, y la lluvia no ayudaba mucho te lleve con urgencia a un hospital y para mi suerte no tienes seguro medico y no andabas mas que con esto —Dijo entregándome mi cell —No podía dejarte en el hospital por lo que te enteras tarde o temprano— dijo levantándose de la silla.

—Oye muchas gracias, no sabre nunca como pagarte.—Dije recostándome de nuevo.

—No hay de que, solo ten mas cuidado por donde te metes.—Dijo totalmente neutro.

—Lo hice por que estaba, lloviendo.

—Ahórrate las explicaciones no me sirven de nada.

—Entonces no te metas en mis asunto—Le grité, no tenia sentido pero no me quedaría callada.

—No se por que tengo que soportar los gritos de una niña malcriada.

—Entonces debiste dejarme tirada en el hospital —Le dije juntando toda la fuerza que tenia para gritarle y levantarme. Gran error, la herida herida se me empeoro ardiendo y doliéndome como si fuera que me lo estuvieran acuchillando a sangre fría, grite tan fuerte y me desmaye el rápidamente fue donde mi, vio que la sabana estaba repleta de sangre y la venda que me cubría el brazo, el fue hacia un armario saco un botiquín de primero auxilio me limpio rápidamente y maldiciéndose así mismo por no dejarme en el hospital y pagarle a una enfermera para que me atendiera bien, pero si no fuera por esos malditos periodista ya lo habría hecho. Una vez terminado de todo recogió los algodones sucios lo voto en el zafacon y recogió las sabanas y la bata manchada, apago la luz y  cerro la puerta.


En busca de un nuevo caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora