Capitulo 28

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Me desperte adolorida en un lugar asqueroso parecia una celda, estaba atada con alambres de púas que rasguñaban, haciéndome heridas profundas,  y eso no era todo las manos la tenía atadas y juntas me habian enterrado algo en las manos para que no pudiera separarlas, me dolía mucho, y no solo en las manos tambien en los pies era un dolor atroz, abri bien los ojos, para ver con mejor claridad. Mis ojos se posaron en un hombre...Esperen un minuto fue el mismo hombre de ayer que me dijo que alexander me esperaba, estaba vestido con un poloche negro viejo y jeans azul oscuros y rotos con  unos tenis en muy  buen estado.

— Que bueno que despiertas creí que tendríamos que hacerlo con cables eléctricos.— Esa voz era muy reconocida, no podia creer lo que veían mis ojos.

-chris..tina...— Mi voz sonaba cansada  y adolorida.— Que...— No terminé, porque sentí mi cara arder del dolor. Christina le habia dado órdenes al brabucon que me habia golpeado brutalmente en la cara, justo por un ojo, grite del dolor, volví y sentí, otro y otro y otro, queria quedarme incociente pero hoy era el dia en que mi cuerpo resistiría todos los golpes.

— Debiste haberte quedado por donde seas que hayas venido, fue un error de Alexander que yo como siempre tengo que arreglar.— Estaba irreconocible no podia articular palabra.— Mátala, no, mejor dicho torturala y luego mátala es mejor asi — Estaba mas asustada que adolorida, no quería morir, no ahora, el matón salió y volvió con unas pinzas calientes ¿De verdad me torturaran de ese modo?

— Christina. — Ella dejó de darles instrucciones al matón para mirarme, hablé despacio para que sea entendible y audible. — Déjame ir, te prometo que me alejaré de tu hijo y no tendrás que verme el rostro nunca mas. Por... — tosí sangre, para mirarla, a lo que soltó una carcajada.

— Dame una razón para ello ¿De veras crees que te dejaré ir así nada más?

— No lo hagas por mí, sino por tu nieto — Pude presenciar el asombro de Christina. — Estoy embarazada de tu... — Esta vez fue ella que me golpeó en la barbilla, tumbando así mi cabeza hacia atrás, quedandome esta vez inconciente.

— Genial  me ensucié las manos.— Sacó un pañuelo y se limpio las chispa de sangre.

— Está  embarazada.— Él soltó las grandes  pinzas al suelo haciendo un molestoso ruido.  Christina tiro una carcajada.

— Lo dudo, pero en ese caso mátaselo pero que ella este viva para que sienta, me voy, tengo a un hijo que consolar.— Sin decir nada mas se fue y dejo al hombre que al rato salio no se a donde.

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-—Y  Nada, Celeste no me coge la llamada es como si hubiera desaparecido del planeta tierra.— Diana daba vueltas de un lado a otro desesperada.

— Trata de calmarte.— Zuri estaba un poco preocupada pero Diana estaba exagerando — Seguro está por llegar.

— No, presiento algo malo muy malo Celeste no es asi, hubiera ya cogido mi llamada anoche, hay que llamar a la policia,  por que dime tu ¿Adonde se iría? A un hotel sin decirme.

— Bueno ¿Por qué no la llamas de nuevo?

— No puedo cuando marco la llamada se corta automáticamente como si ese numero ya no existiera, todo esto es muy extraño.

— Vamos a esperar un rato mas, sino llamamos a la policia sii.-Diana se dirigio a su cuarto, nada de esto  le cuadraba pero mantendría la calma todo estará bien yo aparecería  y tendría muchas cosas que explicar. Al rato llegó Christina, buscando a su hijo quien no se encontraba habia salido a buscarme por que no llego nunca a casa a dormir.

En busca de un nuevo caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora