Capitulo 13

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Me fui con una sonrisa en mi rostro, caminaba con todo el flow que mi madre me habia dado, senti miradas pero las ignore, pero el sonido de mi celular me interrumpió.

—Si diga

—Celeste me disculpara en ultimo minuto, pero mi hermana rubi se cayó y se rompio la pierna, entenderas que no ire a tiempo a buscarte ¿Quieres que te llame un taxi que te valla a buscar o algo?

—No te preocupes estoy bien la verdad caminaré. Me hará bien, hace mucho que no lo hago.

—¿Estas segura?

—Tù ocupate de que Rubi este bien y se recupere, yo despues te tiraré cuando llegue a casa.

—¿Ya te he dicho que te quiero?

—No, nunca

—Te quiero

—Lo siento, al parecer la señal esta fallando lo podrías repetir—Muerta de la risa.

—Te quiero Celeste

—Mas que tu vida 

—Si digo eso, ¿Me dejaras llegar a salvo y completo al hospital?

-—claro............... Esta bien yo también te quiero Robin...No lo repetiré otra vez .....No mas que a mi vida.....Chao...... Y nop te daré un beso cuando te vea.....chao..—Colgué sonriendo y dirigí mi vista al largo y agotador viaje que me esperaba, diana vendría aproximadamente en dos horas, si no es que ya llego, pero lo dudo diana no es de la que le gusta madrugar. 

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Llegue al fin a mi casa, estaba que me dolían los pies me tire en el marco de la puerta, y después de media hora fue que decidí pararme, fui me bañe, me puse un vestidito por los muslo, me hice una cola me saque la pollinita, me puse unos zapaticos negros bajitos, le pase un sua— sua a la casa, ni tan sucia que estaba, organice y arregle unas que otras ropas para dejarle espacio a la de Diana que lo mas probable es que viniera con unas maletas como si fuera a viajar, fui a la cocina saque unas yautias las pele y la puse a hervir, fui a la sala prendí la radio, saque el disco que tenia y  puse otro de monzart la para. Una vez que habia hervido la yautia hice un puré, freí huevo, pique unas cebolla la freí con un poco de vinagre después se la puse alrededor del plato donde estaba el puré de yautia con el huevo frito y lo puse en el microondas para que no se enfriara, Diana estaba por llegar y de seguro tendría un hambre asiática, BINGO!!! oí un toc toc en la puerta era extraño si fuera Diana tocaría con mas insistencia y un poco mas fuerte, pero creo que era el hambre asi que fui muy contenta.

-—DÍA....................—Mi sonrisa se borro al saber que no era Diana.

-—No te alegra verme —Alexander sonreía atractivamente estaba con un poloche azul y unos jeans  con zapato negros. Mierda estaba como manda la ley si con camisa se ve guapo, con poloche ufff que calor.

—Nop en absoluto—Iba a cerrar la puerta pero el no me lo permitió—¿Que quieres Alexander no estoy de humor para tus estupideces?— El me miraba de arriba abajo y su expresión cambio a una picara.

—¿No me dejarás entrar?

—Nop

—¿Sabes que entrare si no me dejas?

—Estas violando mi privacidad, ahora lárgate, no me termines de arruinar el dia, espero a alguien en especial y no eres tu, así que bye.—La cara de Alexander cambio a una mas seria.

—Debe ser alguien muy confiado para recibirlo de esa manera—Señalando la ropa que llevaba puesta que enseñaba las bonitas y sexy piernas que tenia, debía admitir que el vestido era muy corto pero estaba en mi casa ¿No?

—Lo sea o no, no es de tu incumbencia y si es muy, muuuuy confiado—Debía decir confiada por que era Diana pero quería provocarlo, grave error fue ese, recuérdenme nunca decirle así a un hombre y mas cuando te trata como una perra. Me tomo por la cintura y me beso con brusquedad estaba enojado se podia sentir por la forma en que me estrujaba en su cuerpo, forceaba por quitarmelo, lo mordi cosa que hizo que me soltara, le di una cachetada pero no una cualquiera cerre mi mano cosa que me dolio mas a mi que a el o eso pense, tenia la mejilla roja y estaba que echaba humo yo solo retrocedia tenia miedo me miraba de una forma que jamas olvidaré, estaba sumamente asustada, seguia retrocediendo hasta que choqué con la maldita pared, el sonrio al ver que no tenia escapatoria.

-—¿Me golpearas?—Estaba a milimetros de mí, podia confundir mi respiración con la de él, la mía estaba agitada, pero él de un momento a otro estaba como si nada habia pasado, sino fuera por el rojo de su mejlla diría que solo fue una ilusión.

—Jamas golpearía a una mujer por mas perra que sea.—Me iba a defender pero él me calló con un beso— Pero lo pensaras dos veces antes de hacerlo otra vez— Me dijo en mis labios. ¿Que me haria? Estaba aterrada y sin mas me volvió a besar. Una voz muy reconocida nos interrumpio.

—Disculpa que lo interrumpe pero no es mas divertido cuando la puerta esta cerrada—Diana miraba divertida la escena, Alexander volteó dandome libertad.

—O Diaanaaa que alegria ¿Cuanto tienes ahi?

—No mucho, pero lo suficiente para ver cuanto se quieren ustedes dos—Rompiendo el abrazo que yo habia comenzado—Tu si que sabes dar bienveni....—Vio a Alexander—Mierda Cele pero no era relajando que estabas—Se acercó a Alexander—Un gusto soy Diana la mejorrrr amiga de Celeste, podría decirse que  hermanas—Le dijo extendiéndole la mano a lo que el acepto con una sonrisa muy linda—Weeoo asi que es cierto lo que celeste me dijo eres un amor.

—-¿En serio?— Él sin quitar la sonrisa me miró, le saque la lengua y me puse a recoger los empaque de Diana—Me encantaria quedarme a charlar contigo, pero tengo cosas urgente que hacer, por cierto soy Alexander Dames.

—Ohhh que encantador nombre justo para tí... Que fortunada eres Celeste de tener un novio tan guapo—Me encontraba saliendo del cuarto para buscar los demas bulto y al oir eso, mire a Diana como diciendo *no te apure asarosa arreglaremos cuenta después* a lo que ella sonrió.

—La verdad es que ella no piensa lo mismo—Dice despidiendose de Diana, me  vio en la cocina de espalda, me  abrazo por detrás—Asi que soy un amor.

—Vete al diablo...¿No es que te tienes que ir?—Me  dio un beso en el cuello, le iba a dar una patada pero ya no estaba ahí, mire hacia atrás y vi a Diana en el marco de la puerta muerta de la risa.

—No te rias mamaguevo, ¿En que diablo estabas pensando cuando dijiste eso? Celeste me dijo eres un amor. Tenia un pique y ella como una cara de culo riendose.

—Pero eso fue lo que entendi cuando llegue...¿Que me guardaste?— Yo la miré seria a lo que ella me miro con ojos de perro —¿Sabes?...El viaje fue agotador y solo estaba jugando con lo de Alexander, perdon— Estaba cabizbaja y eso hizo que me sintiera mal.

—No tienes que disculparte, en serio estaba relajando, eso es normal, no debi enojarme contigo—Me dirigí hacia el horno y saque el plato y me pare justo frente a ella—Perdón no queria hacerte sentir así—Ella subio la cabeza con lagrimas en los ojos, y una gran sonrisa.

—Ja te engañe de nuevo, sabia que funcionaria, esto siempre funciona—Tomó el plato y se fue a la habitación que ibamos a compartir.

—No te apure asarosa

—Se murio, ni recuerdo te dejó—Sonreí y me fui tambien a la habitación.

En busca de un nuevo caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora