Capitulo 3

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— No— Me respondió y sin mas subió para arriba hacia su habitación, no le creía el no era una piedra sabía que detrás de ese asesino sin escrupulos habia un hombre que alguna vez amo y lo lastimaron, me fui hacia mi habitacion ya habia anochecido y era obvio que no saldria a ningun lado, me fui acostar, me puse mi pijama y me acoste. No pude dormir en toda la noche llorando, me sente en la cama y vi un insecto en la ventana por estúpida la deje abierta, por suerte era solo un bicho pero cuando voló casi me desmayo, di un grito, y en menos de un segundo apareció un hombre calvo sin camisa y en pantalones digamos boxel, tire otro grito busque con la mirada y tome un taco no sabia que lo tenia pero igual serviría, el hombre se acercaba a mí.

—¡NO TE ME ACERQUES!!!...que  LE HISISTE A PAPANOEL.—  Se siguio acercando.— Ten...go una buena...pun..tería.

— Ja ja que gracioso.— Papa Noel prendió la luz.— A  ver ¿Donde está?

— Pero ¿Que te paso Papa Noel que le hicieron a tu cabello y barba?—El miró toda la habitación y se acercó a la ventana y la cerró. La verdad es que se veía muy guapo y atractivo— A pesar de todo creo que te ves bien así

— No te estoy pidiendo tu opinión, ¿Por qué gritaste?

— Vi una cucaracha.— Me miro como en serio una cucarachaNo me mires asi volaba, ademas no puedo dormir.

— A ver no debes gritar así puedes hacerle daños a los niños.— Se levantó para irse y apago la luz.

— Dormirías conmigo esta noche.— Ni siquiera tuvo que mirarme.

— No— Salió de la habitación, me levanté con un poco de incomodidad, por la barriga ya me estaba estorbando, y cuando logre ponerme de pie, me fui atras de el, si que era rapido no oí la puerta, pero bueno, toque en su habitacion pero nada— ¿Que es lo que quieres?— Pongo mi cara triste y mis ojos se cristalizaron.

— Al menos te sentarías hasta que me duerma.— Suspiró y caminó

— Te quedarás ahí o vendras— Fui y el me ayudo a recostarme.—Ahora cierra los ojos.— Empecé a llorar el se puso las manos en la cabeza para no cogerme y lanzarme por la ventana, lo sentí bostezar por lo que tenia sueño, pero por lo que él veía seria una larga noche. —¿Que te ocurre?

— Yo...— Le hice seña para que se acercara, cuando  estuvo lo suficientemente lo abracé— No me rechaces.— Le dije sosollando — Quiero que me acaricies y nos digas cosas lindas, cursis y tiernas....— Convencido me correspondió y  se acostó a mi  lado y me recosté  en su pecho, con delicadeza me pasaba la mano por la espalda desnuda, mientras me decia muchas cursilerias varias me dieron risa, me dio un beso en la frente cosa que me sorprendio de sobre manera.

— ¿Quieres que pare ya? Creo que esto me esta dando nauseas.

—Pero que dices, vas muy bien.—Nos quedamos en silencio, pero tenia una duda.— Papa Noel me gustaría que me respondieras lo de horita, con sinceridad.— Él se quedo callado como pensando en lo que diría.

— Si, y la sigo amando aún.— Levanté la cabeza, él se levantó conmigo y ambos nos sentamos en la cama, me quede mirándolo, para que continuara.— Me imagino que quieres que diga quien es.

— Si y la historia como se conocieron y eso.

— Es una larga historia.— Me dijo para finalizar la conversación, me miró a los ojos cristalizados.—¿En serio vas a llorar?— Él no sabía que sabia fingir, si él supiera que lo hago a diario para que me complazca en lo que quiera me mataria, deje caer varias lagrimitas.

— Pues cuenta la versión corta por favor.— Le dije llorando.

— Bien pero para de llorar.

En busca de un nuevo caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora