Nil no estaba en contra de la presencia de la Fester, pero de lo que había entendido es que ella también participaría en los planes de matrimonio que iba a tener con Alexandre, lo cual le pareció pasarse un poco de la raya.
––Santa Rafeaste, usted me prometió que iba a comentar mi propuesta en esta reunión, por eso estoy acá. Espero que no se haya... olvidado de ella ––los mayores no entendían a qué se debía tanto misterio, pero solo observaban, a modo de prueba, a los jóvenes.
Nil, entonces, recordó que, antes de su última conversación, la maga le había pedido preguntar por el don compartido, entonces se recompuso rápidamente y habló con seguridad, a pesar de que por dentro se sentía un poco molesto porque le habían hecho pasar por esa situación incómoda.
––Ahora entiendo, Su Santidad, reyes de Eternia, es cierto que necesitaremos la participación de la maga Fester. Pero entiendo que les incomoda la presencia de ella, por lo que sugiero que ella sea llamada cuando estemos por aclarar el tema que le concierne y así no se mesclará con lo demás hablado.
––¿No sería muy problemático que la señorita Fester tenga que estar yéndose y luego nosotros mandar a llamarla nuevamente, irrumpiendo con el flujo de la reunión esa pausa? ––Alexandre habló, parecía estar cansado de la situación, pero en lugar de mirar a sus padres para recibir una respuesta, miró a Nile, dándole a este la sensación de ser desafiado.
––Por mi no hay problema que se quede, ya que al final será público todo, y hasta entonces la maga todavía seguirá en la Sede, pero si a los reyes o a alguien más les incomoda saber que alguien sin relación al asunto está presenciando esta reunión privada, entonces sería oportuna la solución que he sugerido. Todo es por la cuestión del procedimiento, también, príncipe Alexandre ––los que estaban en el salón entendieron que algo había sucedido entre los comprometidos, y malentendieron la situación. Hubo un pequeño silencio.
Alexandre despertó de su aturdimiento y no supo cómo responder tampoco.
––Disculpe, Sus Majestades, el rey y reina de Eternia, y Su Santidad, creo que encuentro adecuado este momento para retirarme. Perdonen el retraso que generó esta pequeña confusión, espero su pronto llamado, la Santa sabe cuándo se dará ese momento ––los antes mencionados asintieron y la maga se retiró.
––Querida... no sabíamos que ustedes ya habían creado un lazo tan fuerte que incluso ya sienten celos por el otro ––la reina habló sin más y los demás adultos asintieron, entonces Nil cayó en cuenta qué era lo que lo había "salvado" de una conversación incómoda.
Solo le quedaba seguir con ese juego. Su dignidad no era completamente suya, y el cuerpo era de Nile... Perdóname Nile por lo que diré.
––Mmm... creo que no es tanto como ustedes están pensando, solo... me sentí un poco excluida del diálogo entre Xan y la señorita Fester, y por causa de ello olvidé momentáneamente sobre lo que se referían ellos al principio ––Nil no sabia que sobre el don compartido estaban hablando esos dos, pero de alguna manera lo tranquilizaba.
Luego de decir aquello, que no lo dejaba tampoco en una posición tan vergonzosa, miró al príncipe, tragó saliva, y sujeto las manos de este. Alexandre no sabía lo que estaba pasando, este seguía queriendo entender porqué su madre había dicho lo que dijo, y ahora solo se podía concentrar en los siguientes movimientos de Nil.
––Xan, perdón por no haber dicho nada antes, estaba esperando a que acabase la reunión para hablar sobre esto luego, no creí que mi... desconcentración desenlazaría en esta situación ––trató de mirar con timidez a todos, y en especial a Alexandre para que lo perdonaran. No se creía siquiera lo que estaba haciendo.
––Nile, no te preocupes, de todos modos, habíamos quedado en hablar luego. También me podrás explicar mejor esto... que acaba de pasar ––el príncipe le agarró las manos recíprocamente y entonces Nil al fin pudo sentir que esa situación había acabado.
––Jóvenes, creo que será mejor darles algunos minutos y aclaren cualquier situación que luego pueda dilatar la reunión. ¿Todos de acuerdo? ––Su Santidad preguntó y los reyes aceptaron, haciendo que todos se dispersen por algunos minutos.
Al sentirse solos en la sala Alexandre y Nil, estos solo esperaban que hablara el otro, pero Nil tuvo que tener la iniciativa.
––Mira... sé que fue una total confusión para ti con solo ver tus ojos. Lo que sucede es que no sabía que Fester también te estaba comentando su interés por el don compartido, la cosa es que... yo no estaba distraída por eso, estaba preocupada por cómo estaríamos en la reunión, y pensé que me estabas ignorando.
––No te estaba ignorando, solo que no me di cuenta de que ya habías llegado... créeme que estaba entre mi sexto sueño y escuchando a la maga en ese momento, pero sí comprendí qué es lo que me estaba preguntando principalmente, por eso la apoyé. No pensé bien y creo que te terminé poniendo en problemas ––Ambos se soltaron las manos y se quedaron sentados unos frente al otro ––Perdóname a mí también, Nile.
Nil se paró y lo abrazó. Por fin sentía que de nuevo tenía bajo control la situación, parecía que había relacionado "avance" con el príncipe y por eso era una pieza fundamental en su plan, no podía dejarlo ir. Ahh... realmente estaba muy aliviado, aunque todavía faltaba preguntarle que había sucedido antes, cuando pasearon en la nube.
Alexandre se sorprendió, aun así se alegró de ya no estar tan distanciado de Nile, también la abrazó suavemente por la cintura ya que él estaba sentado. En la nube parece que hizo que Nile pensara cosas incorrectas, pero él por estar cansado tampoco quiso hablar más. Eso ya lo aclarará.
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EL JOVEN QUE QUIZO SALVAR A LA SANTA DE UN MUNDO DE FANTASÍA
FantasyUn joven de 17 años trasmigra a un mundo de fantasía donde se encuentra atrapado en el cuerpo de la sucesora de un gran poder divino, la Santa se la Santa sede. Ahora buscará la manera de regresar a su mundo original, tratando de buscar las razone...