Nil había cortado el pastel en cuadraditos con su cubierto, él comía sin ensuciarse y el niño delicadamente cogía una pequeña porción y saboreaba, casi brillándole los ojos. Nil no pudo evitar acordarse de sus hermanos... y se puso nostálgico, otra vez.
El pequeño observó el cambio casi imperceptible en el rostro de la joven, y respiró.
––Me llamo Franz Requiem, ¿y tú? ––Nil fijó su mirada con cariño, entonces el niño sintió su corazón moverse fuertemente de repente. Miró al poco pastel que quedaba, nervioso –– Por cierto, estaba muy rico, vayamos a pedir más luego y regresemos.
––Jajaja, está bien... ––aquella proposición que salió de la nada le causo gracia. Sentía que con todas las personas que se había encontrado hasta ahora habían sido sinceramente buenas con él ––Esta vez hay que pedir una porción más grande, para llenarnos... Mmm.... Me llamo Nile Rafeaste.
Ambos sonrieron mientras se sentían cómodos con el otro. Terminaron de comer y pidieron más. Mientras saboreaban la segunda ronda, a Nil se le ocurrió tararear canciones de su mundo, se preguntaba qué tipo de música escucharían en el nuevo mundo.
No tuvo que esperar mucho porque Franz también empezó a tararear otra canción, no entendía el ritmo del todo, pero le sonaba a bossa nova, así que siguieron así hasta que terminaron de comer.
––¡Hay que turnarnos en el columpio! Tú me empujas, después yo te empujo a ti ––sonreía ilusionado Franz. Nil creyó que probablemente era de las pocas veces que jugaba con alguien más, así que accedió.
Estaban divirtiéndose y Franz sentía que cada vez estaba más cerca del cielo y de las estrellas que empezaban a aparecer. Se sentía muy feliz.
Sin previo aviso se soltó estirando los brazos hacia Nil, quien para evitar que doliese el impacto, utilizó un poco de su manto. Franz al sentir la cálida sustancia se sorprendió por la sensación y el bonito color.
––¡Así que este es tu don! ––no podía demostrar su asombro más que con palabras ––¡Es realmente muy lindo, tan lindo y amable como tú, Nile!
––Gracias, te puedo mostrar unos trucos, si quieres ––reía suavemente Nil con una gran sonrisa en sus labios –– Pero, no vuelvas a tirarte así, ten más cuidado, ¿sí? ––le tendió su dedo meñique a Franz, a modo de promesa.
––Esta bien, perdón ––no entendía la señal de Nil, pero juntó sus dedos y acertando sin querer dijo ––¡Es una promesa! Entonces... ¿me puedes mostrar tus trucos?
Nil asintió, en eso, repentinamente llegó un asistente de Su santidad, diciendo que requerían la presencia de la Santa para recibir a la familia real. Nil sin querer dejar solo a Franz decidió llevarlo consigo.
––Bien, guíanos ––luego se volvió a Franz ––Mira, te mostraré solo este truco, por ahora ––creó una nube, el pequeño se sorprendió y curioso se subió junto a Nil.
Cuando llegaron a la sala de espera principal, se encontraron con Su santidad, el cardenal Sandri y una joven que parecía ser de unos 20 años, como Nile. Los dos recién llegados saludaron.
––¡Santa, ya era hora que llegase! ––el cardenal parecía estar de buen humor junto a los demás, pero se sorprendió al ver a Franz a su lado, lo abrazó ––¿Qué haces aquí? Regresa a tu habitación y más tarde te iré a leer un cuento, ¿sí?
––Pero, papito, no te vayas a demorar esta vez ––hizo un pequeño puchero Franz que enterneció a todos los del salón ––Su santidad, ¿por qué no lo deja a mi abuelito ir ahora? Solo 20 minutos... y prometo quedarme bien dormidito.
––No hay necesidad, Su santidad. Franz, te prometo que iré ni bien termine mis últimos pendientes ––Su santidad solo lo miró divertido y le dio permiso de ir, pero luego tendría que regresar para cumplir con la presentación.
Nil, acomodándose el cabello a manera de regular su ansiedad, se acercó a Su santidad y la joven dama para presentarse.
Estaba totalmente deslumbrado por tal belleza, y su actitud que denotaba confianza lo cautivaba. Nil no era alguien introvertido, podía demostrar su carácter sin problemas, pero estando en su cuerpo original o el de la santa, le seguía delatando su lenguaje no verbal, su figura cerrada.
––Fester Caskpike, un gusto conocerla ––hizo una pequeña reverencia sin quitarle los ojos a Nil, lo cual lo ponía nervioso, aunque estaba más emocionado por conocer a alguien de su edad, más o menos ––espero que nos ayudemos de aquí en adelante.
––Nile Rafeaste, también... espero que nos llevemos bien ––sonrió mirando la mano que Fester le había estado sujetando, quedaba la sensación de que algo le faltaba, desde las puntas de sus dedos, pero decidió dejarlo pasar.
Su santidad explicó que Fester era la próxima sucesora de la torre mágica del imperio de Lynuster, ella había sido enviada para desarrollar armas que serían de libre uso en la guerra entre Lynuster con Eternia.
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EL JOVEN QUE QUIZO SALVAR A LA SANTA DE UN MUNDO DE FANTASÍA
FantastikUn joven de 17 años trasmigra a un mundo de fantasía donde se encuentra atrapado en el cuerpo de la sucesora de un gran poder divino, la Santa se la Santa sede. Ahora buscará la manera de regresar a su mundo original, tratando de buscar las razone...