Capítulo 13

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Alexandre se despertó temprano, nadie lo había ido a ver todavía, así que decidió quedarse en la cama un poco más mientras se estiraba.

Podía notar que realmente la Santa había limpiado todo su almacén general, solo tendría que pedirle que lo intentara también con su núcleo.

No es como si nunca hubiese querido librarse de esas impurezas que absorbía al luchar, cuando descansaba trataba de expulsar la oscuridad y regresaban al ambiente, pero se dio cuenta que no todos podían resistir los efectos de esta en sus cuerpos, por lo que simplemente trato de utilizar la oscuridad a su favor, para generar ese instinto de presa en sus adversarios, lo cual servía. A pesar de eso, sentía su cuerpo arder algunas noches por la gran cantidad que tenía.

Ahora que estaba en la Santa sede no tendría que temer por contaminarse, así que aprovecharía a expulsar de su núcleo a su almacén general la oscuridad. De esa manera ya no le dolería mucho su pecho, ya que el núcleo era lo que más reunía oscuridad. Era cien veces más de lo que la Santa había purificado, con el tiempo podría lograr recuperarse con su ayuda.

Logró expulsar el 4% del total gracias a su habilidad para cuando ya lo habían ido a levantar para desayunar con los demás en la sala general.

Se preparó y siguió a los sirvientes que lo acompañaban, en ese trayecto pudo apreciar el gran paisaje del inmenso lugar, lo cielo despejado que brillaban sobre el gran lago distante a él. Se había conmovido sin siquiera haberlo notado. Lo llamaron y siguió su recorrido.

Cuando le habían dejado a cierto punto para que avanzara por su cuenta, se encontró con la maga sucesora, Fester. Personalmente, no le incomodaba su presencia, pero para su imperio aún significaba, al menos, un poco de peligro, por lo que no quiso relacionarse mucho, pero esta le habló mientras seguían el mismo camino.

––Buenos días, príncipe Valerian, es una muy grata coincidencia tenerlo de compañía –– Fester no dejaba de mirarlo –– ¿cómo amaneció?

––Buenos días, espero que haya empezado con buen ánimo el día. No esperaba encontrármela a primera hora de la mañana ––Alexandre dijo tratando un poco de incomodarla ––pero agradezco su interés, por ahora no hay nada excepcional pasando todavía.

––Me alegra que no tenga ningún inconveniente... ––Fester no estaba segura de seguir asiéndole conversación, pero estaba curiosa sobre algo ––disculpe mi insolencia, pero ––Alexandre la interrumpió.

––Mire, ya hemos llegado, espero disfrute su comida ––la miró y se ubicó al lado del asiento de la reina de Eternia, Seraphine.

Fester se ubicó cerca de Su santidad y sin dejar que le afecte la actitud del príncipe, decidió esperar paciente a la señal para comenzar a probar los platillos.

En el caso de Nil, sin darse cuenta, se había desvelado mirando a la nada. No estaba nervioso, pero tampoco se sentía con confianza, no con la suficiente para si quiera levantarse e ir a desayunar con tales importantes figuras de ese nuevo mundo.

En eso llegaron las jóvenes sirvientas y lo vistieron cómodamente en un flash, lo apresuraron para que se asee en el baño y luego lo trasladaron tan rápido a la sala para desayunar que ni siquiera reaccionó.

––Uh... ––se acomodó su cabello para espabilar y continuó ––Buenos días, espero no haberlos hecho fastidiar con mi pequeña demora ––se inclinó un poco para saludar.

––Santa, ––habló Alexandre luego de haberse saludado todos ––¿por qué no se sienta a mi lado? Sería bueno compartir más tiempo juntos, para conocernos más ¿qué te parece? ––sonreía y miraba fijamente al Nil.

––Ah... Claro, no veo ningún problema ––se acomodó y comenzó el desayuno.

No hubo ningún problema en aquella comida. Solo que la maga Fester se la pasaba observando a la futura pareja, mientras que estos dos últimos solo hablaban de donde tendrían su conversación más tarde. Era obvio que se llevaban bien, y eso satisfacía a Su santidad y a los reyes de Eternia.

Terminado el desayuno todos partieron en diferentes direcciones, Su santidad a su despacho, los reyes a pasear por la Santa sede y la maga quería dar vueltas para conocer el lugar junto a la Santa y al príncipe.

––Disculpen, ¿puede la Santa Rafeaste darnos un recorrido por la Sede? Quería pedirle eso ayer pero no lo hallé oportuno ayer, espero considere mi solicitud... ––Nil sorprendido aceptó sin dudar, estaba emocionado por la iniciativa de la maga, quien había captado su atención desde el primer momento que se conocieron.

––Santa, entonces luego de su amable guía me gustaría que tuviésemos nuestra reunión ––sonrió a modo de puchero, cosa que Nil, a manera de broma, hizo cara de molestia y comenzaron la visita guiada.

EL JOVEN QUE QUIZO SALVAR A LA SANTA DE UN MUNDO DE FANTASÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora